La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal sigue aplicando de cara a las elecciones generales la misma estrategia que utilizó con vistas a las PASO: darle una especial preponderancia a Mar del Plata y esconder de la campaña a su intendente: Carlos Fernando Arroyo. En un acto realizado este jueves en la ciudad balnearia con los principales postulantes en todos los órdenes, la candidata sin boleta del frente de Gobierno ponderó “el cambio que ya empezó” allí, aunque, al enumerar una serie de obras y medidas, todas correspondieron a la espera bonaerense y nacional, ningún poroto fue para el alcalde melancólico de los años de plomo que, otra vez, estuvo ausente de la actividad proselitista.
“Este cambio no es un discurso, ya no es una promesa, es una realidad que ya empezó”, sostuvo Vidal para mencionar la puesta en marcha del SAME en este bastión de la Quinta sección, las reformas edilicias en el Hospital Regional, las obras en la Ruta 88 que atraviesa el distrito, las 400 cuadras de asfalto que se harán con fondos provinciales y los “22 mil adultos mayores de Mar del Plata cobraron reparación histórica”.
La omisión a políticas aplicadas desde el Estado municipal por parte de la mandamás bonaerense se da en un contexto donde el Ejecutivo local mantiene un largo conflicto con empleados municipales, dentro del cual se atraviesa el tercer día de paro de empleados de limpieza por falta de pago.
Minutos antes del acto, la administración vidalista también reforzó su monitoreo a las cuentas de Arroyo, quien recibió al ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, “para una reunión por temas de gestión”, según indicaron desde la comuna a la que arribó el mes pasado como secretario de Hacienda Hernán Mourelle, economista PRO cercano a Lacunza.
Volviendo al acto desarrollado en el club River marplatense, Vidal sostuvo: "En diez días no vamos a votar un candidato u otro, una política publica u otra, vamos a votar algo mucho más profundo: vamos a votar si queremos consolidar el cambio o queremos volver al pasado”.
Y cargó contra los candidatos opositores: “A los dirigentes de otras fuerzas: no subestimen a los bonaerenses, no piensen que venir una semana antes significa que les importan”. Al remarcar que su presencia en puntos del distrito muchas veces se dan “sin cámaras de televisión”, la gobernadora recalcó: “Este 22 de octubre tenemos que votar el cambio porque esta vez es para siempre, de verdad, es en serio, por eso cuesta (…) Necesitamos ser más, necesitamos ser millones para que esto cambie de verdad”.