Mientras la denuncia contra el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) por haber recibido un pago millonario de la brasileña Odebrecht salpica al Gobierno nacional, el presidente Mauricio Macri eligió el silencio durante su visita a Córdoba, donde intercambió elogios con el gobernador Juan Schiaretti durante la inauguración de un gasoducto en el que, paradójicamente, participa la empresa acusada de coimas.
“Querido amigo”, arrancó Schiaretti, con un cálido abrazo a Macri, y prosiguió: “Es una gran satisfacción que usted nos acompañe en esta inauguración porque si hubo alguien que siempre apostó a los gasoductos troncales fue usted, que siempre empujó esta obra y nos ayudó”. La obra inaugurada, en la localidad de La Calera, permitirá que “20.000 vecinos tengan gas natural”, destacó el gobernador.
A su turno, Macri hizo una mención especial a la provincia que, en gran medida, le garantizó el triunfo electoral en 2015 frente a su rival Daniel Scioli. “Qué mejor manera de empezar el año compartiéndolo con los cordobeses, que son los mentores, son la cuna donde nació esta idea de cambio que está tomando cada vez más vigor en Argentina”, remarcó el jefe de Estado.
Después del acto, Macri y Schiaretti concurrieron juntos al tradicional Festival de la Doma y el Folklore en Jesús María, donde el Presidente intentó hacer de payador y fue ovacionado. “Aquí me encuentro otra vez, en la querida Jesús María, y no será la última vez...bueno, hasta aquí llegué”, improvisó. Horas después, publicó el video en Twitter.
El buen humor que mostró el mandatario contrastó con la revelación periodística del diario La Nación que perjudica a Gustavo Arribas, quien se puso a disposición de la Justicia luego de que la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, anunciara su presentación ante los tribunales. A través de un comunicado, el jefe de Inteligencia negó su relación con Odebrecht.