El presidente Mauricio Macri se encuentra en Nueva York para participar de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Un año atrás, la entonces jefa del Estado, Cristina Fernández de Kirchner, recorría el mismo camino. No es la única coincidencia: los dos se alojaron en hoteles carísimos, que están fuera de alcance de cualquier ciudadano medio. Para muestra basta un botón: en el que está el líder PRO hay suites especiales que pueden costar hasta 75.000 dólares la noche.
Aun sin información sobre qué habitación ocupan –Macri está acompañado por su esposa, Juliana Awada-, dato clave a la hora de conocer una tarifa en hoteles de este calibre, es posible determinar que no se trata de un hospedaje austero.
Macri se aloja en el hotel boutique The Mark, ubicado en la 77 casi esquina con la avenida Madison, a menos de cien metros de la Quinta Avenida y del Central Park. La oferta de este exclusivísimo hospedaje arranca cerca de los 1.000 dólares por noche, tiene 150 habitaciones y una decena de suites y departamentos de lujo, el más caro de los cuales cuesta 75.000 dólares por noche, aunque el Presidente no ocupa este último. El edificio tiene 16 pisos y el hotel, por supuesto, es de cinco estrellas.
Según refleja la web del hotel, el valor promedio de la habitación arranca en 945 dólares y trepa hasta $4.000 la noche. Las suites no tienen valor especificado, más allá del consignado en esta nota.
Por el lado de Cristina, buscó en su momento lo imponente por sobre lo chic que eligió el actual mandatario. Se hospedó en el cinco estrellas Mandarin Oriental, ubicado en el corazón de la ciudad. El gigante hotelero ofrece 202 suntuosas habitaciones y 46 suites con precios que arrancan en 1.300 dólares la noche y trepan a 4.400 de la misma moneda. Suits presidenciales y habitaciones especiales están sin consignar en la web, a la que consultó Letra P.
Todos destacan esta construcción por su impresionante vista panorámica que abarca el Central Park, el río Hudson y todo el horizonte de Manhattan con sus rascacielos. La ex mandataria se hospedó en el mismo hotel en varias de sus visitas oficiales a La Gran Manzana.
El Mandarin cuenta con la alta cocina del restaurante Asiate, uno de los más prestigiosos de New York. Además de otros dos restaurantes de categoría, el hotel se precia de tener una exquisita decoración oriental y un lobby en el piso 35 con vista privilegiada.
Como contrapartida, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, se alojó con una diminuta delegación de apenas seis personas en el modesto hotel San Carlos, de Manhattan. En ese hospedaje, donde el mandatario charrúa fue recibido con una bandera colgada en el lobby que le daba la bienvenida, la habitación más cara cuesta lo mismo que la más barata del Mandarin, pero no fue la que utilizó Tabaré. Eligió ser un poco más austero. Mañas uruguayas, que le dicen.