La interna del peronismo bonaerense para definir el escenario para 2017 hace punta en uno de los distritos más densamente poblados del conurbano, Quilmes. Pese a ser el territorio en el que el peronismo sufrió una doble derrota electoral el año pasado, o quizás por eso mismo, en el municipio gobernado por el macrista Martiniano Molina ya comienza a madurar la disputa para las elecciones de medio término, con fuertes movimientos dentro del kirchnerismo.
Algunas de las figuras en ascenso son el actual rector de la Universidad Nacional de Quilmes, Mario Lozano, que días atrás encabezó lo que muchos ven como el acto lanzamiento de su candidatura a concejal. En rigor, se trató de la inauguración del primer local del Grupo Walsh, una agrupación surgida luego de la primera vuelta presidencial y sobre la que el rector recuesta su armado más cercano. En esa ocasión, Lozano estuvo acompañado por uno de sus padrinos políticos, el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, que pospuso un viaje para demostrarle un apoyo que ya es un secreto a voces. Con la excusa de la inauguración, Lozano juntó centenares de personas y llevó como orador a Axel Kicillof, en sintonía con la media docena de jornadas previas que realizaron tanto en la UNQ como en diferentes plazas del distrito.
En ese encuentro, Lozano reivindicó su rol al frente de la universidad desde 2012, volvió a afirmar que los doce años de kirchnerismo fueron "los mas felices de su vida" y, a pesar de ser crítico con los "enfrentamientos internos" que después "intentaron arreglarse con un foto" - en velada referencia al encuentro entre anibalistas y gutierristas sobre le cierre de las elecciones de primera vuelta en Octubre de 2015 en Quilmes - se ofreció para encabezar la construcción de "una nueva mayoría".
El anuncio de la presencia Kicillof en los días previos al acto, había recalentado el frente interno del kirchnerismo, al punto que provocó la ira de Mayra Mendoza, su compañera en la Cámara de Diputados, quien buscó desactivar la presencia del ex ministro de Economía apelando incluso a la cúpula de la organización que conduce Máximo Kirchner. Allegados al ex ministro de Economía de la Nación confiaron que incluso le pidió por favor que no participara. La razón del pedido es que La Cámpora es la única organización kirchnerista que no participa ni de las reuniones ni de las actividades del Frente Ciudadano que organizan los partidarios de Lozano. Como contrapartida, si Kicillof se bajaba de la actividad, Mendoza le prometía armarle un acto con los propios. No hubo acuerdo y el porteño encabezó el acto en Quilmes.
Lo cierto es que Lozano, que además de rector es consejero en el Partido Justicialista nacional, tiene una buena relación con gran parte de la dirigencia kirchnerista, pero también con la peronista mas tradicional, a quienes espera reunir a fin de mes cuando le entregue a la ex presidenta Cristina Kirchner el título de Doctora Honoris Causa en la UNQ. De todas maneras, su capacidad de proyección también deberá conjugar cintura política para saldar dos escollos. Por un lado, sus chances está signadas por cómo se resolverá el realineamiento del peronismo bonaerense, que el año que viene deberá renovar autoridades y que hoy se debate sobre una eventual alianza con Sergio Massa y sobre la permanencia o expulsión del kirchnerismo del armado electoral.
Al mismo tiempo, Lozano deberá sortear un eventual armado del ex intendente Francisco "Barba" Gutiérrez, quien duda en exponerse a una nueva interna o en recluirse en la CGT y la UOM local. Allegados al Barba aseguran que pese a haber cosechado serias críticas a sus gestiones por parte de su propia tropa, el metalúrgico va a jugar sí o sí ya que el año que viene se le vence el mandato de diputada provincial a su esposa, Evangelina Ramírez.
Otro de los anotados para competir por el primer puesto en la lista de concejales es Roberto "Gallo" Gaudio, dirigente del peronismo quilmeño que recaló como secretario de obras publicas de Moreno, y que está vinculado a José Ottavis. A pesar de haber sido parte de una lista de De Narváez en 2009 y no ocultar sus intenciones de competir por la intendencia en 2019, Gaudio no descarta apoyar a Lozano en 2017. Incierto es el futuro de quienes en el distrito responden históricamente a Aníbal Fernández. Se trata de los actuales concejales Ángel García y Daniel Gurzi, quienes para sorpresa de muchos, niegan en público cualquier relación política con el ex jefe de Gabinete y recientemente se afiliaron a MILES, el partido que lidera Luis D'Elía.
El asunto a develar es cuál será la actitud de La Cámpora, sobre todo el sector de esa organización que responde a Mayra Mendoza, la única mujer de la mesa de conducción nacional de esa agrupación. La realidad es que Mendoza no tiene arrastre en su territorio y como diputada no consiguió impulsar figuras de peso en Quilmes que puedan meter en la lista de concejales de medio término.