La Guerra del Asado

La Pampa no afloja: avanza el reclamo para vender carne en el resto de la Patagonia

Las tensiones con autoridades del Senasa aumentan. Entidades agropecuarias quieren definiciones oficiales. “Es una decisión política y técnica”, le explicaron delegados nacionales del Valle a Letra P.

La guerra del asado entre La Pampa y las provincias patagónicas suma episodios. La férrea decisión de no permitir que ingrese carne con hueso plano produjo un cortocircuito en la relación de los distritos y la Casa Rosada tras una serie de hechos que marcaron a fuego la pelea comercial, además de política, que involucró a la familia del secretario de Comercio de la Nación, Miguel Braun. Esta vez, tras las declaraciones del director nacional de Sanidad Animal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Ricardo Maresca, desde el gobierno que encabeza el peronista Carlos Verna exigieron definiciones “formales” sobre la posibilidad de que el virus de la Aftosa llegue a través del corte más popular entre los argentinos.

 

“Que el Senasa se expida como corresponda y nos diga qué riesgos hay. Tal vez deban dar las explicaciones a su población del porqué pagan el doble el kilo de carne”, advirtió el jefe de Asuntos Agrarios Alexis Bennini. “Esta no es sólo una decisión política, también es técnica”, le explicó a Letra P el titular de Senasa en la sede de Alto Valle, Ricardo Sánchez, a contramano de lo que esperan en Santa Rosa.

 

EPISODIOIV. Los problemas entre las provincias que producen carne en la Patagonia aumentan. Los niveles de tensión política tras las declaraciones de funcionarios nacionales, que reafirmaron la barrera al asado pampeano al sur del río Colorado, obligaron a entidades agropecuarias a sumarse al reclamo del Ejecutivo que maneja Verna para que se elimine la restricción que impide avanzar en un mercado importante. Como se lo explicó a Letra P el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de Río Negro, Marcelo Martín, el 60 por ciento de lo que se consume llega de los campos pampeanos. Pero desde julio, cuando los planteos llegaron a los medios, las lazos institucionales entre provincias vecinas se complicaron.

 

Los directivos pampeanos enfurecieron por el lobby que inició Martín a principios de año al encabezar el pedido para que se unifique el sistema comercial que derivó en la restricción a la carne que faena, entre otros, el frigorífico Pampa Natural: parte del conglomerado económico de La Anónima: la histórica importadora y exportadora que despliega su poder en diez provincias del país pero de hegemónica presencia en el sur argentino. “Esto no es sólo una decisión política, también es técnica”, describió el titular de Senasa en la sede de Alto Valle, Ricardo Sánchez. El directivo regional, que acompañó a los enviados de Ricardo Buryaile (Agroindustria de la Nación) al encuentro en la Secretaría de Fruticultura de Río Negro, desestimó cualquier cambio de planes en breve.

 

En idéntica estrategia al auspicio en uno de los principales medios del Alto Valle, el gobierno de La Pampa difundió un comunicado que llevó el logo de Carbap impreso. En el mismo, se hizo una breve reseña de los años que el país luchó contra la fiebre Aftosa y de cómo se avanzó a un buen estatus sanitario que permitió  exportar a los principales mercados del mundo. Tras una década sin novedades del virus, las entidades recordaron que “el tránsito de carne con hueso (asado) no modificará de ninguna manera la situación de zona libre sin vacunación que ostenta la Patagonia”.  

 

Ignacio Torres, gobernador de Chubut, junto a Karina Milei: la relación con Nación tiene vaivenes y cambios de clima.

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