ENTREVISTAS A JEFES DE BLOQUE

Rossi: “No estamos negados a Cambiemos en la medida en que seamos escuchados”

El jefe del bloque de SUMA + asegura que la UCR quiere armar Cambiemos en la Ciudad, pero el PRO no muestra voluntad. Agenda legislativa, el futuro de Lousteau y el rol de Yacobitti.

 “El gobierno nacional tiene una lógica y la construcción de Cambiemos respondió a una necesidad de ofrecer una alternativa al kirchnerismo. Hubo voluntad del PRO a nivel nacional de construir esa coalición política y en la Ciudad de Buenos Aires no existió esa voluntad”, advierte Hernán Rossi, hombre del radicalismo porteño y jefe de bloque de los diputados de SUMA +, la bancada que combina ediles que responden a Martín Lousteau y a la Unión Cívica Radical.

 

De todas formas, aclara que “las diferencias entre ECO y el PRO son grandes” y que “si no hay una voluntad real de discutir políticas, perfiles, reglas de juego, basadas en la competencia política interna, es muy difícil”.

 

En diálogo con Letra P, afirma que ese sector no se niega a formar la alianza Cambiemos en la Ciudad de Buenos Aires, adelanta las iniciativas parlamentarias del segundo semestre y asegura que Lousteau y el presidente de la UCR porteña, Emiliano Yacobitti, “están al tanto de absolutamente todo lo que está ocurriendo con la agenda legislativa”.

 

¿Cuál es la agenda legislativa de SUMA + para el segundo semestre?

 

Hay una agenda que trabajamos y nos comprometimos con la ciudadanía en la elección pasada y que va a contramano de la agenda oficial. Para entender la agenda de SUMA + hay que partir de la idea de que las prioridades de nuestro espacio son bastante diferentes a las prioridades del Ejecutivo. Vamos a insistir con la ley de pauta oficial, la ley que regule el juego en la Ciudad, nos interesa que la reforma política sea mucho más profunda de como hoy la está planteando el Poder Ejecutivo. Estamos trabajando en un proyecto de Código Electoral, del que la Ciudad adolece desde que es autónoma.

 

Somos muy conscientes de nuestro rol de oposición y que tenemos que seguir muy de cerca la agenda del Ejecutivo. En ese sentido tampoco estamos negados a analizar las iniciativas del Poder Ejecutivo y, como siempre decimos, aquellos cosas con las que podamos tener coincidencias con el oficialismo no tenemos inconvenientes en sentarnos a discutir. Y aquello con lo que no tengamos coincidencia lo votaremos en contra.

 

¿Por qué es importante un Código Electoral para la Ciudad?

 

Porque la cuestión electoral no puede seguir estando regulado por la legislación nacional cuando la Ciudad ya tiene más de veinte años de vida y porque de esa manera se pueden regular un montón de dificultades que después aparecen en los tiempos electorales, donde los oficialismos tienen demasiadas ventajas por sobre los partidos que intentan disputar el gobierno. Para hacer más transparente el proceso electoral y más previsible para quienes quieran competir en el marco de una elección y para la propia ciudadanía que tiene derecho a la previsibilidad y la transparencia.

 

Todo eso en lugar de estar en muchas leyes electorales puede estar condensado en un Código Electoral.

 

¿Por qué no avanza esa discusión?

 

En la Ciudad hay una necesidad de acompasar lo que se está dando en la reforma política a nivel nacional. No hay demasiada vocación de modificar nada porque la verdad que con las cosas de esta manera les ha ido bien y no se ve voluntad de hacer modificaciones profundas.

 

¿Qué balance hace de los primeros seis meses de la Legislatura?

 

Las fuerzas políticas que a nivel nacional fuimos oposición al kirchnerismo siempre criticamos al Congreso como una escribanía del Poder Ejecutivo. La verdad que la Legislatura porteña no difiere mucho de esa caracterización de aquel Congreso. Quizás el hecho de que el PRO nunca haya podido contar con mayoría que le permitieran aprobar en soledad las leyes, siempre se vio obligado a negociar y a salir a buscar mayores consensos, pero más allá de eso, que es quizás un hecho fortuito que hace muy saludable el funcionamiento de la Legislatura, creemos que es muy pobre el funcionamiento de la Legislatura y es muy pobre por el ritmo que impone el partido de gobierno.

 

Se limita a tomar las leyes que necesita el Ejecutivo que ni siquiera son iniciativas de sus propios legisladores y el ritmo de la Legislatura lo marca el Ejecutivo. Las comisiones funcionan pobremente. Las iniciativas de la oposición se acumulan y difícilmente son tratadas.

 

Yo creo que no es el balance de estos seis meses, es el de la Legislatura PRO de los últimos ocho años. No hay un espíritu de la Legislatura de presentarse frente a la sociedad como cuerpo desde donde puedan surgir iniciativas que sean frutos del consenso de las distintas fuerzas políticas e impongan un diálogo diferente con el Ejecutivo.

 

En 2015 SUMA + votó en contra de la Agencia de Bienes pero este año apoyó la creación y la sanción definitiva de la ley ¿Qué pasó en el medio?

 

La primera lectura fue votada sin tratamiento en comisión en un fin de año caótico porque había sido un año electoral. Prácticamente sin poder estudiar a fondo una ley que planteaba la administración y/o disposición de enorme cantidad de bienes de la Ciudad, con muy poco tiempo para estudiarlo y a libro cerrado. De ninguna manera hubiésemos podido acompañar la ley. Ni siquiera la habíamos podido estudiar, pero luego la estudiamos durante el verano y los primeros meses del año.

 

Le hicimos la devolución al oficialismo de lo que pensábamos de esa ley. Les dijimos que era mala e inconstitucional, porque no íbamos a avalar la delegación de facultades propias de la Legislatura al Ejecutivo. Planteamos modificaciones que necesitábamos de piso para empezar a discutir la posibilidad de acompañar. Empezó un proceso de debate enmarcado en lo que dijimos en la campaña, que es actuar como una oposición constructiva. Si el oficialismo está dispuesto a escuchar las propuestas que tenemos para mejorar leyes que ellos proponen, lo más probable es que nos podamos poner de acuerdo. Lo que pasó fue eso.

 

Al oficialismo no le interesaba un proceso de diálogo primero. Querían reunir votos. Cuando creyeron tener los votos sin nosotros, todos los cambios que habían negociado con nosotros los retiraron y fueron con un proyecto original creyendo que tenían la mayoría para votar la ley conseguida en otro lado. Algo pasó en el Frente para la Victoria y fracasó esa mayoría. A partir de ahí, volvieron a discutir con nosotros en función de los cambios que pedimos. Y, finalmente, salió una ley aceptable que puede ser positiva para la Ciudad.

 

¿Qué tan atentos están Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti a la agenda de la Legislatura porteña?

 

La siguen tan de cerca como que tenemos reuniones en el partido semanales, donde los diputados radicales participamos de las reuniones de mesa del comité capital del radicalismo y permanentemente estamos informando lo que ocurre en la Legislatura. Martín, todas las veces que nos es posible conversar y discutir agenda legislativa, hemos tenido varias reuniones en las que discutimos… Más allá que no es de lo que se ocupan en la cotidianidad, están al tanto de absolutamente todo lo que está ocurriendo con la agenda legislativa.

 

¿Cómo se explica que el radicalismo sea aliado a nivel nacional y opositor en la Ciudad?

 

Porque el gobierno nacional tiene una lógica y la construcción de Cambiemos respondió a una necesidad de ofrecer una alternativa al kirchnerismo. Hubo voluntad del PRO a nivel nacional de construir esa coalición política y en la Ciudad de Buenos Aires no existió esa voluntad. El PRO prefirió mantener, legítimamente, una estrategia donde su partido podía ganar las elecciones solo y finalmente lo hicieron. No estuvieron dispuestos a hacer concesiones de competencia interna que hubiesen sido necesarias para que nosotros nos incorporemos a la construcción del frente Cambiemos en la Ciudad y tampoco estuvieron dispuestos a hacer concesiones programáticas para que nosotros podamos sentirnos contenidos en una coalición de gobierno en la Ciudad.

 

Las diferencias entre ECO y el PRO son grandes. Por supuesto que una coalición no significa que pensemos todos lo mismo porque, entonces, no habría necesidad de que sea coalición, pero algunos puntos muy importantes si deberíamos ponernos de acuerdo.

 

¿Qué puntos por ejemplo?

 

En si la educación y la salud van a hacer una prioridad o no. Yo creo que se explica desde ese punto de vista. A nivel nacional Cambiemos es una coalición en construcción, pero al menos está la voluntad política de los tres partidos de construirla. En el caso de la Ciudad de Buenos Aires eso todavía no existe, más allá de que hay manifestaciones públicas del jefe de Gobierno, sobre todo en los últimos tiempos. Hay funcionarios que públicamente dicen que quieren constituir Cambiemos en la Ciudad, pero eso es mero voluntarismo.

 

Si no hay una voluntad real de discutir políticas, perfiles, reglas de juego, basadas en la competencia política interna, es muy difícil. Porque eso no es una coalición, lo que ellos quieren, si lo plantean de esa manera, que nos sumemos a lo que ya está y me temo que lo que quieren es una mayoría legislativa más que constituir un gobierno de coalición en la Ciudad.

 

¿Lousteau está a favor de armar Cambiemos en la Ciudad?

 

Lousteau, el radicalismo, ECO, no estamos negados a constituir Cambiemos en la Ciudad en la medida en que seamos escuchados y respetados. Nosotros queremos tener la posibilidad de competir con nuestros candidatos e ideas. Queremos que, además, Cambiemos exprese un conjunto de ideas básicas y mínimas que no son las que hoy expresa el PRO en la Ciudad.

 

Entonces, no es un problema de si Lousteau o el radicalismo quiere. Tenemos que querer todas las partes y, si todas las partes queremos, tenemos que lograr ponernos de acuerdo como nos pudimos poner de acuerdo a nivel nacional. Fue un proceso bastante complejo que incluso sumió al radicalismo en un debate muy intenso e interesante.

 

¿Lousteau va a ser candidato en 2017?

 

No es una decisión tomada. Ni la descartamos ni la podemos confirmar. Lo que sí es una decisión tomada es que el espacio ECO tiene la vocación política de competir y eso no está en discusión.

 

¿Cambia el panorama para Lousteau si Elisa Carrió es candidata a diputada nacional por la Ciudad?

 

Nosotros tenemos una excelente relación con Carrió, le hace bien a la política argentina esté donde esté. Si está en la Ciudad o en la provincia de Buenos Aires compitiendo o simplemente aportando como consejera del presidente. El rol que ella quiera tener le va a hacer bien a la política argentina. Ya hemos compartido espacio con Carrió, no es un problema para nosotros. Ni ella ni la Coalición Cívica. No cambia el escenario.

 

¿Qué balance hace de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta?

 

No creo que haya una gestión de Larreta, creo que esto es continuidad de un gobierno que ya lleva unos cuantos años. Sería injusto analizarlo a Larreta por estos seis meses, pero él fue el hombre fuerte del gobierno los ocho años. Fue el gran hacedor del gobierno de Mauricio Macri. Tenemos diferencias muy importantes y que creemos que hay un conjunto muy grande de ciudadanos que también tiene diferencias y que incluso en el último proceso electoral quizás votó en parte a Rodríguez Larreta a regañadientes pensando que no había que debilitar la candidatura presidencial de Macri porque el objetivo de desplazar del poder nacional al kirchnerismo era prioritario para un electorado.

 

Hay espacio para que nosotros encarnemos una alternativa al PRO que no necesariamente eche por tierra lo construido durante estos años. Por eso siempre dijimos que lo nuestro era construir sobre lo construido, lo nuestro era evolución. Esas son cosas que no son meros eslóganes electorales, sino que tienen que ver con nuestra forma de pensar. Cuando decimos oposición constructiva lo decimos porque la oposición en el ámbito de la Ciudad en los últimos años no había sido de esas características.

 

Guillermo Montenegro y Ramón Lanús.
El gobernador de San Juan, Marcelo Orrego.

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