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Al grito de “sí, se puede”, Macri y el campo agroexportador consolidaron su alianza

Una marcada simbiosis flotó en el aire del predio ferial de Palermo. Elogios por medidas que beneficiaron al sector y munición gruesa a la Era K. Poco de lechería, muchos aplausos.

La euforia ante la simbiosis recuperada entre el poder político y el campo agroexportador era palpable a simple vista en las gradas de la pista central del predio ferial de Palermo. “Bienvenido señor presidente de la Nación”, exclamó el titular de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevhere, para abrir paso al grito de “sí, se puede” que fue emblema de campaña de Mauricio Macri, quien agradeció “por este desborde de energía positiva”.

 

Tras 15 años (Fernando de la Rúa había sido el último en 2001) un jefe de Estado procede a dar por inaugurada oficialmente la Exposición Rural. Y lo hizo con la ovación que generó la “eliminación de las retenciones, la apertura de los derechos de exportación, la salida del cepo cambiario y del default (léase devaluación y pago a los fondos buitre, respectivamente)”, tal como lo detalló el mandamás de la entidad ruralista que alternó frases de elogio por estas medidas que benefician al sector agroexportador con párrafos alusivos a fustigar a la pasada administración kirchnerista.

 

Sólo algunas palabras fueron dedicadas a la lechería que atraviesa una crisis que ya es terminal para muchos tamberos. Pero la mesa de agasajo presidencial ya estaba servida y en ese brindis imaginario que aunó a los presentes, la leche no era la mejor bebida para acompañar.

 

BASTA DE GRIETAS. Bajo un escenario festivo,  Etchevhere arengó: “Lo mejor está por venir” y pidió: “Celebremos nuestra vuelta al mundo probando que sabemos cumplir con la ley ante todo para recuperar la confianza en nosotros mismos”. Así, descargó la munición gruesa contra el pasado kirchnerista: “El saqueo de la argentina no debe quedar impune. Quienes han violado la ley tienen que ir presos”. Aunque, se preocupó por aclarar: “No pedimos venganza sino Justicia”.

 

Envalentonado ante una platea encendida ante cada alusión al enemigo individualizado, el titular de la entidad ruralista exclamó: “Tenemos que comprometernos con el esclarecimiento y castigo de todos los actos de corrupción que envilecen a nuestra patria y le quitan con su impunidad, dignidad a nuestra vida (…) Los que vulneran a la justicia mediante el crimen y el robo, secuestran el futuro de miles de personas”.  

 

Así, pronunció: “Basta de grietas, basta de unitarios contra federales, radicales contra conservadores, peronistas contra peronistas. Basta de creer que el odio puede abrirnos un porvenir”.

 

Con la misma tónica, apeló al desarrollo “si desterramos para siempre el populismo que es la negación del porvenir”, y “si nos liberamos del apego servil” de posturas “demagógicas”, por lo que instó a reivindicar “ideales republicanos”.

 

GRACIAS TOTALES. De esta forma, Etchevehere aclaró que el respaldo ruralista que se percibe hacia este Gobierno es “a un sistema de principios” no “a un partido o un dirigente”. Y remarcó sobre el conflicto entre la administración kirchnerista y el campo que se agudizó en 2008: “Defendimos un concepto de país, de convivencia, de igualdad y legalidad, la convicción de que si sólo si la ley impera el trabajo prospera”.

 

“Agradecemos al presidente que haya cumplido su promesa de campaña”, expresó el ruralista y anunció una “inyección de 58 mil millones de dólares en todas las actividades productivas del país”. “El campo ya arrancó y esto es sólo el comienzo”, dijo para luego hacer un “(pequeño) párrafo aparte a un sector específico que es la lechería”. Al respecto, dijo: “Está sumida en una profunda crisis y tenemos el desafío de recuperarla”, por lo que pidió un “Estado presente, regulando, controlando los abusos, la carterización” en la cadena.

 

UNA GAUCHADA. Por su parte, Macri destacó “la enorme importancia que tiene el campo para este país y especialmente en este momento”. “El campo es mucho más que lo que puede producir, es mucho más que los impuesto que puede pagar, el campo es nuestra historia, es nuestro emblema, tradición, cultura, es un claro ejemplo de solidaridad, por algo gauchada viene de gaucho. El gaucho siempre te ayuda, siempre te tiene la mano”, resaltó para el ferviente aplauso agroexportador.

 

Pero también se ocupó de cuestionar al gobierno anterior al hablar que una “nueva etapa basada en el amor”. “Hace muchos años que crece este país por debajo de sus potencialidades. En los últimos cinco años, nulo crecimiento”, criticó.

 

Asimismo, consideró que en la última década el concepto de “ellos y nosotros” llegó “a tal límite que era ellos o nosotros. Por suerte hoy podemos decir con alegría que eso se terminó que ahora somos todos juntos tirando del mismo carro”.

 

Tras destacar la innovación y tecnología agropecuaria, Macri ponderó “la reducción de cada retención para la agricultura, para la ganadería, la minería, la industria ha buscado devolverle el protagonismo a cada región de nuestro país porque este es un país federal y lo vamos a practicar como corresponde. El campo es el gran motor de este país”.

 

Al insistir en que Argentina tiene que “ser el supermercado del mundo, agregándole valor a la materia prima”, el presidente prometió la apertura de mercados “para lo que vamos a producir”. Y, tal como fue recibido, se despidió: “Sí se puede, sí se puede, depende de nosotros. Estamos en el buen camino”. La simbiosis llegó a su punto más alto.

 

Javier Milei recibió a la cúpula de la Iglesia
Axel Kicillof, en la marcha del 24 de marzo.

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