Mirar la mitad del vaso lleno. Esa es la lectura que los radicales más comprometidos con el frente Cambiemos hacen del desdoblamiento del Ministerio de Producción bonaerense que permitirá el desembarco al gabinete vidalista de Joaquín de la Torre y dejará a Jorge Elustondo a cargo de la nueva cartera de Ciencia y Tecnología. Y es que, más allá de los reproches públicos emanados fundamentalmente desde el alfonsinismo, algunos boina blanca observan en este escenario una oportunidad para construir su refugio dentro de un organigrama de poder dominado marcadamente por el macrismo.
Fuentes confiables del partido centenario confiaron a Letra P que, una vez precipitada y consumada la decisión de la gobernadora, se focalizaron las gestiones en la creación de una nueva cartera: “No tiene que ver con una movida de desplazamiento. Todo lo contrario, se planteó con mucha fuerza el tema de Ciencia y Tecnología”, remarcaron al hacer hincapié en un objetivo: “Quedarse con un Ministerio que esté en línea con la Nación”.
En efecto, y a pesar de ser el único de la etapa kirchnerista que permaneció en su cargo, Lino Barañao está rodeado por varios radicales en el Ministerio de Ciencia y Tecnología nacional Su número dos es Agustín Campero, secretario de Articulación Científico-Tecnológica que, entre otras cuestiones, maneja el Conicet. Otro boina blanca con influencias dentro de la estructura ministerial es Sergio Matheos, subsecretario de Coordinación Institucional.
En este esquema, quien juega fuerte es el presidente del Comité nacional de la UCR, el intendente de Santa Fe José Corral, quien además de haber mantenido reuniones con Barañao y la cúpula radical del Ministerio de Ciencia y Tecnología, también logró extender las influencias de su espacio en el gabinete socialista de su provincia. El ministro santafesino del área es un "correligionario" con activa participación en la estructura partidaria: Eduardo Matozo.
Tal es así que el ex vicegobernador Jorge Henn, sugirió que Matozo debería renunciar al gabinete de Miguel Lifschitz por su claro alineamiento al jefe del radicalismo y, por ende, a Cambiemos.
Mientras tanto, en el Comité Nacional se aceitan las reuniones de la comisión partidaria de Ciencia y Tecnología, donde se planifican algunos de los proyectos que luego se vierten las acciones ministeriales.
Bajo este panorama, la conducción del partido centenario observa con buenos ojos la creación de un tándem entre las áreas de Ciencia y Tecnología de Nación, Provincia de Buenos Aires y Santa Fe, donde se estipula la expansión a partir del trabajo con las diferentes universidades.
En lo que refiere a la cartera bonaerense que estará a cargo de Elustondo, la discusión por el presupuesto a asignar en el área aún está pendiente pero la construcción de un bastión radical que esté en sintonía con el perfil de la cartera nacional entusiasma en la conducción partidaria. Reforzar la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), a cargo de un hombre de confianza radical, Armando de Giusti, y la creación de programas articulados con universidades para llegar al territorio, serán algunos de los objetivos.
En tanto, voces consultadas por este medio consignaron que el único boina blanca del gabinete vidalista solicitó que se mantenga en Producción la estructura construida durante su paso. Vale señalar que allí, a pesar de encontrarse direcciones y subsecretarias ocupadas por el macrismo, se encuentran hombres de confianza de Elustondo como Luis Díaz (Industria, Comercio y Minería), César Cordido (Actividades Portuarias), y Sergio Pérez Rossi (Pequeña, Mediana y Microempresa). Habrá que ver hasta qué punto De la Torre está dispuesto a realizar concesiones.
Por lo pronto, el radicalismo busca en la ciencia la resistencia a conservar cierta cuota de poder en el amarillo mapa gubernamental de Cambiemos.