El Gobierno da (de nuevo) marcha atrás: no enviará a Roma al espía que no le gusta al Papa
Tras el escándalo por el nombramiento como agregado de inteligencia en Italia del ex SIDE Alejandro Colombo, decidió no tensar más la cuerda con Bergoglio. Admiten que se barajó su designación.
El Gobierno nacional admitió este domingo que tuvo la intención de nombrar al ex SIDE Alejandro Colombo como agregado de inteligencia en la Embajada argentina en Roma. Fue lo único que aceptó. Después, negó que el trámite para su designación diplomática se haya gestionado, como en realidad ocurrió. En concreto, la Casa Rosada decidió dar marcha atrás y no enviar al espía, medida que había disparado la bronca y las sospechas del papa Jorge Bergoglio, tensando aún más la relación con el presidente Mauricio Macri.
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“No es cierto”, dijo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, consultado por la decisión del Poder Ejecutivo de devolverle a Colombo el cargo en la Embajada en Italia que ocupó durante casi una década, siempre bajo el paraguas del entonces gobierno menemista. Peña, el apuntado por el Vaticano como el ejecutor del intento de poner a un ex agente vinculado al ex jefe de Operaciones de la ex SIDE Antonio Horacio “Jaime” Stiuso, sí reconoció que el nombre de Colombo “fue evaluado pero, fruto de las conversaciones, se descartó hace un par de semanas”.
Esta explicación del asesor político más confiable de Macri contrasta con la información que manejaban en el entorno de Bergoglio. Según fuentes vaticanas, al Papa le llegó la alerta de que la Embajada argentina en Roma tenía listos todos los trámites y esperaba el desembarco de Colombo desde hace al menos una semana. Y esos trámites, explican, llevan muchas semanas de burocracia. Por lo cual la decisión del macrismo sí tuvo un intento de ejecución que finalmente se frustró al estallar la crisis personal entre Macri y Francisco, que terminó con el pontífice rechazando los 16.666.000 pesos que el Estado nacional quiso donar al programa social papal Scholas Occurrentes.
Esta información fue, además, ratificada por el Vatican Insider, medio de acceso sin restricciones a las fuentes de la Santa Sede. “Argentina: el gobierno retira a ex espía que causó dudas en el Vaticano”, tituló este domingo. “Las suspicacias sobre su designación llegaron tiempo atrás hasta el mismo papa. Tras el ruido que generó la publicación del nombramiento, en Buenos Aires determinaron una marcha atrás”.
El medio romano aclara, además, que “su designación había sido propuesta por la AFI (Agencia Federal de Inteligencia) y contaba con el visto bueno del Gobierno italiano”. “Según lo establecen los protocolos de colaboración internacional -sigue la nota-, todo personal diplomático adscrito a la seguridad y la inteligencia de una embajada debe contar con la aprobación del país receptor. La decisión del retiro fue política, como un “gesto de buena voluntad”.
“Colombo conoce ese puesto, porque lo ocupó durante los años 90. Era otro siglo. El organismo se llamaba distinto, la Secretaría de Inteligencia del Estado, y la presidencia la ejercía el peronista Carlos Menem. Durante ese tiempo, las relaciones entre Argentina y el Vaticano estuvieron dominadas por un apellido: Caselli. Esteban ‘Cacho’, como le conocen sus allegados, fue ex embajador ante la Santa Sede y logró tejer una telaraña de relaciones que condicionó esos vínculos institucionales”, agrega el Vatican Insider, coincidiendo con lo informado por Letra P este domingo: quien sale derrotado con la decisión de Olivos de echar para atrás el nombramiento de Colombo es “el Obispo” Caselli, acérrimo enémigo de Bergoglio en la interna eclesiástica.