María Eugenia Vidal, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, se apresta a iniciar su cuarto mes de gestión con un blindaje mediático como principal atuendo.
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María Eugenia Vidal, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, se apresta a iniciar su cuarto mes de gestión con un blindaje mediático como principal atuendo.
Lejos quedó su primer día en la Casa de Gobierno, en La Plata, cuando se tomó la tarde para recorrer cada una de las oficinas del edificio y saludar a los asombrados empleados.
También, la promesa de tener “mi puerta siempre abierta” a cualquier consulta periodística, realizada durante el brindis de fin de año.
Nada de esto sucedió y, con el correr de los días, se acentuó la estrategia del blindaje sobre la figura de la mandataria.
La gobernadora desarrolla su agenda de gestión sin tener contacto con la prensa para no ser interceptada con preguntas inconvenientes. La intención, según mencionan con reserva por los pasillos de gobierno, es “preservarla” y no “sobreexponerla”.
Por eso, la decisión de no anticipar su agenda pública, salvo alguna eventual excepción, y racionar a cuentagotas sus apariciones mediáticas.
El blindaje alcanzó incluso la modalidad de las reuniones de gabinete, que en un principio se habían estipulado cada quince días en La Plata y el resto de las semanas en algún municipio del conurbano o el interior de la provincia.
Este próximo miércoles, el encuentro de trabajo que debía realizarse en la capital provincial se mudó a la sede porteña del Banco Provincia.
También, la celebración por el Día de la Mujer, que se festeja este martes, lo realizará en la Casa de la Provincia, en la Ciudad de Buenos Aires.
Con la muralla mediática como cepo, Vidal continúa desarrollando la imagen que quiere mostrar, que incluye el contacto programado con vecinos y personas que han sido víctimas de delitos o tienen algún logro que mostrar.
Acorazada, Vidal continuará reforzando su relato de mujer-gobernadora en contacto con la gente y con el mismo lenguaje lineal, cotidiano, apolítico y, sobre todo, contenedor.
Un relato que le dio la victoria electoral a ella y a su jefe político, el presidente Mauricio Macri.