El designado embajador en Estados Unidos, Martín Lousteau, aseguró que las relaciones con Washington no deben ser “ni carnales ni de enojo” sino “maduras”, que le permitan aprovechar a la Argentina las oportunidades de negocios con la potencial mundial.
Durante la exposición que brindó ante la comisión de Acuerdos del Senado que consideró su pliego, Lousteau manifestó que en cualquier relación “nunca hay una perfecta armonía”, pero sostuvo que lo importante es “evitar una escalada en el conflicto”, especialmente cuando es sabido que con Estados Unidos existe “una relación desigual, una relación asimétrica”.
Por otra parte, Lousteau remarcó que en la negociación con los fondos buitre “se está haciendo una estrategia inteligente” desde el Gobierno, teniendo en cuenta que “se está encaminando a resolver un problema extremadamente complejo desde un punto de partida de debilidad” por el lobby en contra de la Argentina que desplegaron los acreedores que no entraron a los anteriores canjes de títulos de la deuda.
En el salón “Arturo Illia”, donde se realizó la audiencia pública que presidió el senador Rodolfo Urtubey (PJ-FPV), Lousteau recibió el beneplácito por su nombramiento tanto de parte del oficialismo como del bloque justicialista. El jefe del bloque, Miguel Angel Pichetto, encontró además el momento para recordarle a Lousteau su pasado kirchnerista -“usted ha sido ministro de nuestro gobierno”, indicó-, al tiempo que no dejó de señalarle la importancia que en Estados Unidos “tiene el aval senatorial” para las designaciones diplomáticas.
El tema de la negociación en curso con los holdouts apareció en la reunión a través de preguntas de Ruperto Godoy y Virginia García, ambos senadores del PJ-FPV.
García, camporista y cuñada de Máximo Kirchner, le preguntó qué opinaba de la propuesta hecha a los acreedores por el Gobierno, a lo que Lousteau respondió que la quita ofertada “por más que esto no se reconozca es superior a lo que se estaba negociando por otra vía”, pero en materia de cifras se remitió a la información publicada por el Ministerio de Economía.
A Godoy, Lousteau le aseguró que el Gobierno “está haciendo una estrategia inteligente” que apunta a en principio resolver “un problema extremadamente complejo desde un punto de partida de debilidad”, pero afirmó que el lobby de desprestigio contra el país "se está revirtiendo”.
Respecto de su tarea concreta como embajador, el primer ministro de Economía que tuvo el gobierno de Cristina Fernández indicó que se focalizará en colaborar con distintas áreas del gobierno nacional y administraciones provinciales para abrir oportunidades de negocios.
Lousteau apuntó que descubrió que en la sede diplomática “hay un montón de grupos, consejos, comisiones bilaterales que no están funcionando” lo cual obstruye la posibilidad de que la Argentina desarrolle su “potencial gigantesco” para aumentar el apenas 1 por ciento que sus ventas representan en las importaciones en Estados Unidos.
El futuro embajador ante Washington dijo que se necesita que la embajada y los consulados tengan una “misión proactiva, un plan concreto” en Estados Unidos, y dijo estar “convencido que se puede hacer en un tiempo relativamente corto”.