No fue un ajuste, ni un cambio del rumbo que había iniciado con la gestión anterior. Para Lino Barañao, el ministro de Ciencia y Tecnología que estuvo en la cuerda floja durante los últimos días, el conflicto en el CONICET forma parte de “un cierto cambio de prioridades” debido al “contexto” que atraviesa el país.
Tras el acuerdo alcanzado para prorrogar y extender becas a los investigadores del organismo científico, Barañao rechazó las críticas de la ex presidenta Cristina Kirchner y sostuvo que “se han mantenido las líneas fundamentales” de la política iniciada con la gestión anterior.
A través de las redes sociales, Cristina reprodujo una columna de opinión del periodista Roberto Caballero, quien sostuvo que Barañao es el “rostro” de “una política de recortes presupuestarios que desmorona los avances conseguidos en Ciencia y Tecnología”.
Barañao reconoció que hubo “un cierto cambio de prioridades debido al contexto”, pero aclaró que “la voluntad de apoyar la ciencia continúa”, al señalar entre otras cosas que “todo científico que se forma en el exterior entra automáticamente al CONICET”.
“No podemos ser inocentes. Es un área en la que se apostó mucho y hay mucha expectativa, y cualquier atisbo de cambio de rumbo o en el presupuesto es criticado”, observó este lunes en declaraciones a radio Vorterix.
Barañao insistió: “Ha cambiado el contexto económico obviamente. Este gobierno quiere balancear las cuentas y, por lo tanto, los presupuestos se discuten de otra manera. Pero confío en que el presupuesto que tenemos va a ser el adecuado. Queda claro que la capacidad de reforzar las partidas sigue estando y la voluntad de apoyar la ciencia continúa”.
Así, mientras se disipan los rumores sobre su salida del Gabinete, el funcionario recordó que “la decisión de continuar en el Ministerio fue avalada” por Cristina, y consideró que sus expresiones –las que calificó como “desafortunadas”- derivan “de un cierto grado de desinformación y, en parte, hay un uso político en esta situación”.
Las críticas de la ex mandataria llegaron tras una semana de conflicto con los becarios del CONICET, que mantuvieron ocupado el edificio del Ministerio, y finalmente el viernes alcanzaron un acuerdo con las autoridades para extender las becas hasta diciembre de 2017.
Al ser consultado sobre las versiones que hablaron de su posible renuncia, Barañao dijo que está “cumpliendo adecuadamente la tarea de defender el tema y darle sentido a la inversión de ciencia y tecnología”, y añadió: “Yo no estoy para defender a los científicos sino para apoyarme en los científicos para lograr el desarrollo del país”.
“Cuando asumí como ministro en 2007 dije que necesitaba contar con los fondos necesarios para llevar adelante mi tarea dentro de lo razonable. Esta es y seguirá siendo mi posición”, concluyó el ministro.
ACTO FALLIDO. Este mismo lunes, en diálogo con radio Nacional, Barañao tuvo un verdadero acto fallido cuando fue consultado por el acuerdo al que se llegó con los becarios para salvar la situación del CONICET.
“Hemos propuesto prorrogar la beca durante un año para hacer este ajust… esta adaptación, mejor dicho, de forma gradual, y de esa forma permitir que continúen con sus tareas habituales, pero no financiados a futuro por el CONICET sino a partir de contratos de otras instituciones”, deslizó.