“Vamos a llegar a los 24 balnearios nuevos este año”, señaló vía Twitter hace unas semanas atrás el intendente de Pinamar, Martín Yeza, de cara al verano 2017. Sin embargo, a pocos días de inaugurar la temporada, las diferencias políticas en torno a la forma en que se abordó la reconstrucción de los paradores se cristalizaron con la inconclusión de gran parte de las obras. La oposición apunta a la “falta de planificación del Ejecutivo municipal” y el oficialismo al incumplimiento de los plazos por parte de las concesionarias de los balnearios.
En mayo, la administración municipal que encabeza el macrista Martín Yeza anunció que comenzaban las demoliciones de buena parte de los balnearios. Las obras se enmarcan dentro del Plan de Reconversión del Frente Marítimo, que incluye los 46 balnearios en Ostende, Cariló y Valeria del Mar.
La intención es hacerlos más ecológicos y, principalmente, recuperar 15.000 metros cuadrados de playas públicas; al tiempo que diferenciar la flamante gestión de las anteriores, que desde hace años prometían avanzar en ese sentido. La idea original era que el próximo verano se estrenara los nuevos paradores.
Sin embargo, por estos días el panorama se complejizó ante la demora de algunos concesionarios en concluir con la obras. El miércoles 30 de noviembre, se cumplió el plazo establecido. La intransitabilidad de la avenida que bordea la costa, la presencia de escombros en las playas y los paradores construidos a la mitad, motivaron un encuentro entre el cuerpo de concejales y funcionarios municipales.
“El balance que hacemos de las obras es absolutamente positivo porque al final de todo alcanzaremos el reciclado de 23 balnearios”, sostuvo a Letra P el director de Planeamiento y Frente Marítimo, Javier Mendía, quien señaló que en la Avenida del Mar, “deteriorada por el uso intenso de los últimos meses, se está trabajando en tareas de limpieza y bacheo”. En ese sentido, agregó que en los próximos días se abrirá un concurso de precios para alquilar maquinarias y comenzar un “operativo intensivo” de reconstrucción de la traza, que llevará 15 días.
Mendía, en tanto, responsabilizó a los concesionarios de los distintos balnearios por la falta de limpieza de las playas y por la demora en la conclusión de las obras. “El desarrollo es responsabilidad de los concesionarios. Hay balnearios que arrancaron tarde y recién están terminando, otros aún están en etapa de inicio. El pliego es claro: tendrían que haber terminado ayer”, resaltó.
Consideró que si bien el Municipio intimó a los empresarios, la intención no era ponerse estrictos porque el objetivo era “renovar el frente marítimo”. “Sino teníamos que declarar la caducidad de las construcción por no cumplir con los plazos, pero el objetivo es que lo terminen”, resaltó y agregó que “son cinco los balnearios en estado crítico. El resto ‘mal que mal’ llegan”. En esa línea, informó que se prorrogó el plazo de conclusión hasta el 30 de diciembre.
LA MIRADA DE LA OPOSICION
Desde la oposición, el balance de la puesta en marcha del Plan es diferente. “La ordenanza (aprobada en 2014) indicaba que las obras se tenían que hacer por etapas. Ellos (la administración municipal) lo interpretaron distinto y quisieron hacer todo junto. Le dijimos que era un error porque iban a dinamitar el frente marítimo y no iban a llegar a tiempo a reconstruirlo”, señaló a Letra P el concejal de Propuesta Pinamar (ProPin), Martín Viotti y agregó: "No hubo control ni fiscalización por parte del Municipio"
Además, el edil resaltó que entre los trabajos previstos había que reconectar los servicios de luz, agua potable y cloacas, tareas a las que hay que sumarle el tiempo estipulado por las prestatarias. “Para el servicio de cloacas, por ejemplo, no se tuvo en cuenta que hay conexiones por gravedad y otras impulsión, aquí son por impulsión y llevan otro tiempo”. Este punto fue planteado en la reunión y en consulta de este portal, el funcionario del Ejecutivo, aseguró que habrá un encuentro con representantes de la cooperativa eléctrica y prestataria de gas para agilizar las conexiones.
“Nosotros notamos falta de planificación antes que empezara la obra", señaló al medio local El Mensajero el edil del FpV-Kolina, Juan José Dos Santos, y en línea con Viotti, sostuvo que le marcaron que “el espíritu de la Ordenanza 4442, que marca la etapabilidad de la demolición, tenía que ser paulatina y no como se abordó porque no se iba a llegar y se iba a generar esta situación”.
Las obras de demolición y reconstrucción de los balnearios demandaron una importante inversión por parte del sector privado. Los trabajos se financiaron con ahorros de los empresarios y con créditos del Consejo Federal de Inversiones. Desde la Asociación de Concesionarios de Playas de Pinamar, estimaron que los balnearios destinaron, en promedio, entre 5 y 8 millones de pesos en sus remodelaciones.