Los ocho jefes comunales que en 2014 posaron en un reconocido restaurant de Palermo y se presentaron como Los Oktubres, vieron el comienzo del ocaso de aquella formación con el naufragio de la precandidatura a gobernador bonaerense de uno de los líderes del equipo: Patricio Mussi. La diáspora final llegó con la pérdida de poder político de su mentor, el ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.
En la danza de nombres peronistas que en 2015 se anotaron como posibles candidatos a gobernador, el intendente de Berazategui se erigió como el postulante Los Oktubres, grupo nacido entre cenas y charlas en el restorán temático de Dante Gullo, que enarboló sin reparos las banderas del kirchnerismo.
Si bien el berazateguense defendió su postulación hasta antes del cierre de listas, finalmente se bajó y respaldó en la interna a Julián Domínguez. El naufragio de su precandidatura impactó en aquella organización, que finalmente se disipó con la derrota electoral del Frente para la Victoria y cuando la Justicia puso la lupa sobre De Vido, no sólo su guía político, sino quien les abrió las puertas de la Casa Rosada para tener llegada directa a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y por lo tanto a los recursos económicos que se desprendían de aquella relación.
El extinguido grupo, además, estaba integrado por los jefes comunales bonaerenses Francisco Durañona (San Antonio de Areco), Eduardo "Bali" Bucca (Bolívar), Francisco Echarren (Castelli), Hernán Yzurieta (Punta Indio), Santiago Magiotti (Navarro), Juan Pablo de Jesús (Partido de la Costa) y el ex intendente de General Rodríguez, Juan Pablo Anghileri. También se sumaron la alcalde de Bariloche, María Eugenia Martini; y el de General Roca, Martín Soria.
Si bien a principio de 2016, Mussi participó de los encuentros que impulsaban el regreso de la ex mandataria nacional, actualmente está alejado de los distintos espacios postkirchneristas que nuclean a los jefes comunales del PJ.
El resto de los integrantes de la provincia de Buenos Aires, sin el paraguas político que representaba Julio De Vido, encontraron refugio a sus inquietudes partidarias y electorales en distintos espacios que, aunque tienen puntos de encuentro, se diferencian a la hora de abrir el juego.
El jefe comunal de San Antonio Areco integra junto a sus pares de Ensenada, Mario Secco, y de Avellaneda, Jorge Ferraresi, el grupo ultra K Patria; y además se ha reunido con los intendentes que formaron Fénix, espacio que si bien trabajan por la renovación del peronismo, no reniegan de su pasado kirchnerista.
A esta tropa -integrada por la alcalde de La Matanza, Escobar, Mercedes, Malvinas Argentinas, Merlo, Cañuelas, Moreno, Marcos Paz – se sumaron los ex Oktubres de Castelli, Punta Indio y Navarro.
Los intendentes del Partido de la Costa y el de Bolívar fundaron junto a su pares de Lomas de Zamora, San Martín, Almirante Brown y Esteban Echeverría el grupo Esmeralda, que busca diferenciarse del kirchnerismo y es el que más cercano se muestra a Cambiemos.
En tanto, el ex mandamás de General Rodríguez forma parte del más nuevo de los espacios, El Establo, que aglutina a intendentes del interior bonaerense.
Si bien en sus inicios Los Oktubres sintetizó no sólo puntos de encuentros en términos políticos sino cierta amistad entre sus integrantes; lo cierto es que en la actualidad no sólo se han posicionado en veredas diferenciadas, sino que quien los lideraba ha elegido despegarse de cualquier espacio que esté discutiendo la reorganización del peronismo.