El tema surgió, por azar, en una charla con empresarios de la Cámara Argentina de Comercio (CAC). En diálogo informal, uno de los popes de los mercantiles, aseveró ante la consulta de Letra P que más allá de las vicisitudes de la economía y la profundidad de la recesión, el empresariado está preocupado por un tema que ni siquiera está en el centro de la agenda, pero que para ellos es una luz roja en la consideración del rol del Estado y sus instituciones. Lo que les molestó es el proyecto de Ley de Alquileres, que pone topes a las comisiones de las inmobiliarias, regula los aumentos de los contratos y equilibra derechos entre inquilinos y propietarios. La normativa, que tiene media sanción del Senado, fue votada por unanimidad con 62 afirmativos y 10 ausentes. “Lo votó hasta (Federico) Pinedo, la verdad que nos defraudó”, explicó otros empresario del rubro textil. Ven al ex presidente interino como uno de los adalides de la racionalidad en la Cámara Alta, lo cual generó aún más desconcierto. Es que consideran que la ley avanza sobre la propiedad y tira la por la borda el discurso del restablecimiento de confianza y la seguridad jurídica que el Gobierno utilizó en la campaña. Además, aseguran que si están sancionando este tipo de iniciativas en momentos de crisis, todo podría pasar aún a peor nivel en año electoral.