INTRIGAS CON DIPLOMACIA

Con apoyo de Carrió, Malcorra inicia una purga y relanza su gestión en la Cancillería

La victoria de Trump profundizó las internas dentro del Palacio San Martín. Virtual retroceso del Coti Nosiglia y creciente influencia de Rodriguez Giavarini tras el castigo de Lilita a Foradori.

“La remoción de (el vicecanciller Carlos) Foradori es la primera parte de una serie de cambios que serán anunciados este martes y también en los próximos días”, anticipó una fuente del Palacio San Martín para confirmar  que será la canciller Susana Malcorra quien oficializará la salida de su segundo, el mismo funcionario que este lunes anunció su desplazamiento del cargo después de terminar una exposición en la conferencia anual de la Unión Industrial Argentina. "Sí, se va Boldorini y me voy yo, pero por ahora ni se sabe a dónde. Ya se sabrá más adelante", le dijo el diplomático a la agencia oficial Télam en referencia a su remoción y a la de María Cristina Boldorini, hasta este martes a cargo de la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales.

 

La partida de Foradori, tal como anticipó Letra P, le deja la vicecancillería líbre al actual jefe de Gabinete del ministerio, el embajador Pedro Villagra Delgado, un hombre que tuvo el mismo cargo durante la presidencia de Fernando De la Rúa, con Adalberto Rodríguez Giavarini -actual presidente del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI)- como canciller. Este martes, Malcorra anunciará el ascenso de Villagra Delgado y la movida confirmará la preponderancia de un sector de diplomáticos radicales que tienen a Giavarini como uno de sus principales referentes.

 

El rol del titular del CARI no es menor dentro en los corredores diplomáticos del macrismo. Giavarini no sólo mantiene muy buenas relaciones con Malcorra, sino también con la líder de la Coalición Cívica y titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Elisa Carrió, la misma que almorzó con la canciller el miércoles pasado, dos días después de cenar con el presidente y la primera dama.

 

La secretaría de Relaciones Económicas Internacionales que ocupaba Boldorini estará a cargo de Horacio Reyser Travers, actual asesor presidencial en materia de inversiones, ex Techint y activo integrante del Centro de Apertura para la Democracia en América Latina (CADAL), una ONG de estrecha relación con el Departamento de Estado de Estados Unidos que ha dedicado gran parte de su agenda pública a sostener duros cuestionamientos contra Cuba y Venezuela en los últimos 15 años y también para desarrollar vínculos con los países de Europa del Este.

 

“Removido Foradori y ascendido Villagra Delgado, el gran secreto es quién será el próximo jefe de Gabinete de la Cancillería”, deslizó un embajador de carrera consultado por Letra P ante la danza de nombres. Algunos deslizaron otro ascenso dentro del mismo staff, en referencia a la posibilidad de que el actual coordinador general de Asuntos Estratégicos, Héctor Mauricio Salmoyraghi, ocupe el lugar que Foradori dejó vacante, pero una fuente cercana al funcionario negó esa posibilidad y confirmó que el nuevo jefe de Gabinete de Malcorra podría ser “una sorpresa política, dentro de una etapa donde nuestra canciller se hace realmente cargo del Palacio San Martín, luego de casi un año de fallida campaña para disputar la secretaría general de la ONU”, chicaneó el funcionaro, que ocupa despacho en la Casa Rosada.

 

Salmoyragui, señalan en la Cancillería, es un nombre de estrecha relación con el empresario y ex ministro del Interior de Raúl Alfonsín Enrique "Coti" Nosiglia, uno de los armadores de la alianza Cambiemos que, desde que volvió a los vericuetos del poder, también respaldó y promovió la designación de Martín Lousteau como nuevo embajador argentino en Washington. Los dedos de Coti también habrían empujado la nominación de Foradori con el acuerdo y auspicio del ex titular de la UCR Ernesto Sanz. Ambos espaldarazos fueron resistidos por Carrió, pero la mujer redobló la apuesta en septiembre, cuando Foradori impulsó la firma de una declaración conjunta con el vicecanciller británico Alan Duncan para retomar las negociaciones por Malvinas que habían quedado suspendidas con el fin del menemismo. La negociación fue presentada por Malcorra y Duncan en el foro de inversiones que el presidente Mauricio Macri eligió bautizar Mini Davos, pero desató una feroz ofensiva de Carrió contra Foradori por haber promovido un acercamiento con Londres sin pasar por el Congreso. Lilita castigó a Foradori en la comisión que preside y preservó a Malcorra, dentro de un enroque que tuvo su punto cúlmine el miércoles pasado, durante un almuerzo "frugal para cuidar la silueta". El menú de temas fue tan suculento que incluyó desde el compromiso para que "los grandes temas de política exterior sean consultados al Congreso" hasta algunos cambios de funcionarios, como "la cabeza de Foradori" y el destino del actual embajador Lousteau, que planifica su regreso a la Ciudad de Buenos Aires para jugar como candidato en las elecciones de medio término del año que viene, "siempre y cuando Lilita no sea candidata" en el mismo distrito.

 

"Si Lousteau quiere irse habrá que buscarle un reemplazante. Pero no está en los planes de Malcorra cambiarlo por ahora, aunque todo puede cambiar si renuncia", explicó un funcionario de su entorno, sin eludir que el sillón que ocupa en Washington tiene otro valor para la Casa Rosada desde la victoria del empresario Donald J. Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Han pasado 15 días desde el supermartes que marcó el final de los demócratas en la Casa Blanca. Desde entonces, la administración de Macri tuvo que reducir daños ante el apoyo explícito que le dedicó buena parte del Gabinete a Hillary Clinton, la aspirante derrotada que sumó, entre otros gestos, la adhesión pública de Malcorra. En las primeras horas tras el resultado electoral, sus antagonistas cargaron las tintas por "el innecesario apoyo público a favor de los demócratas".

 

La minicrisis tuvo freno cuando Macri logró hablar telefónicamente con Trump a la semana siguiente, por gestiones de Malcorra. "Desde entonces, comenzaron a planificarse las remociones para relanzar su gestión y Carrió no ocultó su acuerdo", explicaron cerca de la canciller, aunque otras fuentes consultadas señalaron a Foradori como uno de los funcionarios que tejieron acercamientos con el presidente electo norteamericano.

 

Pero, por encima de las internas palaciegas, en el Gobierno admiten una prioridad apremiante: reordenar el aparato diplomático antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca, prevista para el 20 de enero.

 

Miguel Pardo, junto a Florencia Peña en la temporada 2024 de Villa Carlos Paz.
Javier Milei, Victoria Villarruel y Mauricio Macri (Imagen generada por IA).

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