Es una cuestión numérica y política a la vez. La gobernadora María Eugenia Vidal necesita del acompañamiento de los dos tercios de los legisladores para conseguir un endeudamiento que en un principio podría llegar a ser de 84 mil millones de pesos y 600 millones dólares. Con sus propios diputados y senadores no tiene ese número. Por eso la mandataria ya cerró con el líder del Frente Renovador Sergio Massa y con la diputada nacional del GEN Margarita Stolbizer. Sin embargo la cuota de manos que aportan los dos referentes de la oposición dialoguista en la legislatura bonaerense es insuficiente. A Vidal ahora le queda el camino más duro: el peronismo. El PJ tiene los bloques partidos aunque sus legisladores ensayan la unidad. Pero al no encontrar una figura que contenga a todo el universo peronista/kirchnerista, Cambiemos va manteniendo charlas por separado con los bloques y apura los acuerdos.
En la cámara de Diputados -ámbito donde se definirá la votación- Vidal necesita 61 votos afirmativos para conseguir la autorización que le permita al poder Ejecutivo salir a tomar deuda. Para eso requiere indefectiblemente del acompañamiento de algún espacio peronista.
Legislativamente, el peronismo tiene tres bloques tanto en Diputados como en el Senado que nacieron como desprendimiento del original Frente para la Victoria (FpV), luego de la derrota electoral en las últimas elecciones. La semana pasada los intendentes del PJ mantuvieron un encuentro en la localidad de Lobos a donde definieron pedirles a los legisladores que voten en unidad el presupuesto y hagan valer sus aportes. Básicamente conseguir más fondos para los municipios. Luego de esa foto desde los tres bloques del peronismo kirchnerista le dijeron a Letra P que trabajaran en conjunto la discusión del presupuesto. En este contexto el oficialismo eligió no quedarse quieto y empezó a tender puentes.
Según le explicó un diputado de Cambiemos a este medio la estrategia “será la misma que durante todo el año: hablar con todos los sectores”.
“Creemos que los bloques que nos acompañaron en distintas votaciones complejas van a hacer lo mismo con el presupuesto”, le aseguró el mismo legislador a este medio. En este contexto Cambiemos sondea de a uno a los integrantes de las bancadas peronistas.
Vidal ya cuenta con el acompañamiento del Frente Renovador y del GEN. Sin embargo no le alcanza y necesita de algún peronista. La responsabilidad para “convencer” la tienen ahora los legisladores oficialistas.
Un senador que forma parte del ala más dura del kirchnerismo se adelantó a la estrategia de Cambiemos: “es muy probable que quieran partirnos, nosotros estamos tratando de acercar posiciones entre todos los bloques peronistas. Lo que importa es en Diputados a donde -si queremos- tenemos un buen número para sentarnos en la mesa de discusión”, agregó.
Lo cierto es que la intención de algunos legisladores opositores es mantener la unidad que les permita además negociar otras cosas con el oficialismo como por ejemplo las autoridades de la Cámara, algo que intentaron en su momento sin suerte cuando tenían 36 diputados.
En números, el peronismo podría llegar a 37 manos en la Cámara de Diputados en una sumatoria que incluye además a la ex denarvaista, massista y de último paso por el sciolismo, Mónica López. La diputada ahora se mantiene en el satélite de los jefes comunales del Grupo Esmeralda, un espacio de intendentes con llegada en dos espacios del peronismo.
En Cambiemos ven un escenario similar al del año pasado. Legislativamente es así, pero en el plano político hay algunas diferencias. Los intendentes ya no reniegan tanto de la figura de Cristina Fernández de Kirchner que sigue midiendo bien en el conurbano y el cristinismo empieza a aceptar los errores de las elecciones del año pasado y también reconoce que los intendentes son, en definitiva, los únicos que ganaron. Estos acercamiuentos son los que buscarán bajar a la Legislatura.