El gobierno de Mauricio Macri inyectará en el conurbano bonaerense y Mar del Plata más efectivos de fuerzas federales. Así lo confirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, luego del encuentro que en Casa Rosada llevaron a cabo el Presidente, la gobernadora María Eugenia Vidal, el secretario de Seguridad Eugenio Burzaco y funcionarios nacionales y bonaerenses del área. Fuentes de ese ministerio explicaron a Letra P, que "el plan es llevar la cifra de efectivos a 7.000 de las cuatro fuerzas federales, pero ya hay cerca de 4.500 desde el año pasado", detalló un funcionario en referencia al Operativo Centinela que, en los papeles, no ha dejado de funcionar. La aclaración revela que el incremento de efectivos no superará los 2.000 para este verano, con eje en el cornurbano bonaerense y en la ciudad de Mar del Plata, dos de los puntos más sensibles que evalúa el Gobierno nacional para este fin de año.
De esta forma, queda en evidencia lo insuficiente que resulta para la mandataria provincial los casi 100 mil efectivos bonaerenses y sigue así una modalidad reiteradamente implementada en los años del kirchnerismo cuando la Nación le enviaba a Daniel Scioli dotaciones de gendarmes para desplegar en diversos puntos del Gran Buenos Aires.
Tras los últimos hechos de inseguridad registrados, trascendió el planteo por parte del vidalismo de una necesidad de ajustar la coordinación entre las fuerzas de seguridad. En esa línea fue el mensaje de Bullrich al enfatizar en el trabajo “en forma coordinada” con la Policía Bonaerense, tras participar del cónclave del que también participó el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.
Asimismo, la funcionaria detalló que se abordó un “rediseño estratégico sobre cómo se van a mover las fuerzas federales en la provincia” ante la seguidilla de graves hechos de inseguridad, y que habrá un “especial énfasis” en el Gran Buenos Aires y Mar del Plata, al tiempo que expresó: "Estamos trabajando sobre problemas muy duros que heredamos” de la gestión anterior.
Desde la Casa Rosada aclararon que la cita y la foto no fue imprevista, sino que estaba en la agenda del Presidente desde "el miércoles de la semana pasada". "Hay reuniones cada 20 días con un balance realizado entre distintas jurisdicciones, donde suele estar el secretario Burzaco. En esta oportunidad estuvo la ministra Bullrich y el Presidente, pero se trata de una agenda regular de trabajo para analizar la marcha de distintas medidas, como los operativos de saturación que hasta el momento llevan 530 detenidos", explicó la fuente oficial.
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