La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, ponderó la desclasificación de archivos eclesiásticos de la dictadura anunciada por el Vaticano, aunque marcó que la Policía “mantiene silencio corporativo” sobre lo sucedido en los años de plomo. Así, la referente de los Derechos Humanos aseveró en relación a las fuerzas de seguridad: "Hay mucha cosa para limpiar en nuestro país", y que eso debe hacerse "de la mejor manera posible, democráticamente y con la ley en la mano".
"Todavía la Policía y todos los actores de estas cuestiones mantienen un silencio corporativo y muchos se han enriquecido a través de esto con sus robos", manifestó para alertar que se trata de “todo un silencio que los une, donde romper esto no es fácil y también se corre el riesgo de la venganza". "No es buen vecino aquel que, porque es amigo de un vigilante, de un policía o de un superior, que sabe que robó, que se apropió de un chico, que robó una casa, que se quedó con bienes ajenos lo proteja; no es buena persona".
Por otro lado, y al destacar la decisión de la Santa Sede de permitir el acceso a más de tres mil documentos eclesiásticos del período 1976-1983, dijo: "La Iglesia tuvo un rol muy importante, sobre todo la jerarquía, nefasto de complicidad en la entrega de personas, de apoyo y de festejo de la muerte de los militantes populares".
De todos modos, y en declaraciones a Radio Con Vos, la titular de Abuelas fue cauta al expresar que "la expectativa es relativa porque sabemos que puede haber o no datos" en esos archivos.