Aníbal Fernández sabía que la cuarta sección electoral iba a resultar una de las más difíciles en su disputa interna con Julián Domínguez.
Y, aunque ganó la pulseada a nivel provincial, obtuvo una bajísima performance en esta región, conformada por 19 intendencias de esencia rural.
Sucede que esta zona del noroeste bonaerense, fue históricamente dominio de su ex rival, Domínguez (y también del titular de Transporte, Florencio Randazzo).
Por eso, no asombró que de las 13 intendencias que hoy comanda el FpV, el oficialismo haya ganado en 12 y de ellas, 9 hayan coronado al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, y solo tres hayan sumado a la victoria de Fernández.
Pero superada la disputa interna, se inició el proceso de conciliación, al menos hasta el 25 de octubre, cuando se celebren las elecciones generales.
El pasado miércoles, por la tarde, en su despacho de la Casa Rosada, el jefe de Gabinete, recibió a buena parte de los jefes comunales y candidatos del dominguismo y el randazzismo.
Estuvieron presentes, los jefes comunales, Alexis Guerrera de General Pinto; Darío Speranza de Chivilcoy; Marta Médici de Alberti; Alberto Conochiari de Leando N.Alem; Maria Celia Giannini de Carlos Tejedor; los ganadores de las PASO, Darío Golia de Chacabuco, y Gerardo Berchi de Ameghino; Gustavo Traverso de Junin; Horacio Delgado de 9 de julio; Daniel Stadnik de Carlos Casares; Jorge Cortes de Hipòlito Yrigoyen; Viviana Guzzo de General Viamonte; Ernesto Segretin de General Villegas; Alberto Boccaler de Rivadavia; y el único anibalista, el intendente, Jorge Fernández de Lincoln. También, el candidato a diputado por la cuarta sección, Darío Duretti; y Ramiro San Pedro de Bragado.
Para Fernández es vital comenzar el desembarco en esta sección de fuerte impronta agropecuaria, ya que es justamente ese segmento el que le es adverso.
Por eso, se sabe, participará en actividades tradicionales, fiestas populares, y demás, afines a estos distritos.