La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aprobó este jueves durante la sesión ordinaria la primera lectura del proyecto de ley que acompaña la primera consulta popular llevada a cabo en la Ciudad de Buenos Aires.
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Los vecinos de la Junta Comunal N°9 (Liniers-Mataderos-Parque Avellaneda) de la Capital Federal propusieron modificar el nombre a su comuna y activaron la idea por medio de ese mecanismo de participación popular.
Luego, en las elecciones porteñas del 5 de julio, los habitantes de esos tres barrios, además de votar jefe de Gobierno, legisladores y comuneros, eligieron el nombre de su comuna.
La iniciativa prosperó en la Legislatura porteña gracias al respaldo de la diputada kirchnerista María Rosa Muiños. “Luego de casi 20 años de la sanción de la Constitución y de la autonomía de la Ciudad, finalmente logramos llevar a cabo la primera consulta popular del distrito, a través de la cual la Comuna 9 ha sentado un precedente en materia de participación vecinal”, manifestó la legisladora que dirige la Comisión de Descentralización y Participación Ciudadana.
Para Muiños, “la consulta popular es una iniciativa contemplada en la Ley de Comunas y orientada al impulso de mecanismos de participación ciudadana”.
“Con su concreción, pudimos dar un gran paso desde una democracia representativa a una democracia participativa, ya que otorga a los ciudadanos la posibilidad de votar sobre cuestiones y políticas públicas”, consideró la legisladora peronista.
Este procedimiento es el resultado de una iniciativa llevada a cabo en diciembre de 2014 por la Junta Comunal, que fue aprobada a principios de junio de este año por la unanimidad del Tribunal Superior de Justicia. Así, en simultáneo con las elecciones generales del 5 de julio pasado, el 80 por ciento de los votantes de la Comuna 9 eligieron que ese distrito del sur de la Ciudad pase a llamarse “Lisandro de la Torre”.
“Esta herramienta de participación ha sentado un precedente en la Ciudad, porque a partir de ahora cualquier Junta Comunal podrá llamar a consulta popular y los vecinos podrán decidir no sólo el nombre de su comuna, sino, por ejemplo, si están de acuerdo o no con la construcción de un puente o de un shopping, o cualquier otra cuestión que los afecte directamente”, concluyó Muiños.
La iniciativa fue aprobada este jueves pero, al ser un proyecto de doble lectura, debe pasar por instancia obligatoria de audiencia pública y en tercer estadio baja al recinto para ser sancionada de manera definitiva.