Aníbal Fernández recogió el guante y le pegó a la otra fórmula que compitió en las PASO por obtener un lugar en octubre para competir por la gobernación bonaerense, al dejar entrever que colaboraron en la denuncia que hizo el programa del periodista opositor Jorge Lanata.
"Ahora no siento que esté habiendo fuego amigo, pero colaboró para que saliera este tema", dijo el quilmeño, sobre el informe que circuló a pocos días de las elecciones primarias.
“Tengo toda la autoridad del mundo para decir lo que digo. No me van a sacar”, disparó Aníbal, en diálogo con radio Del Plata, donde planteó que no se redujeron las capacidades electorales del FpV.
El dolor por los chispazos en el justicialismo bonaerense no desaparece, y todavía marca el andar de un partido que intentó mostrarse compacto en Mar del Plata pero que en el paso de los días, el mensaje de unidad parece esfumarse: "Yo jamás dejé entrar una cámara al Servicio Penitenciario. No me van a sacar inventando algo de esta característica, jugué y gané".
Cuando faltaban horas para la reunión del PJ, de paso por Ensenada, Julián Domínguez sorprendió a todos al plantear que no le interesaba ponerse al frente de la campaña a favor de su (todavía) acérrimo contrincante. “Soy un militante más, no soy el primero. Junto al PJ soy el que comparte el propósito del que Daniel sea presidente”, advirtió en el camping de Sosba, gremio que encabeza Julio Castro.
Más tranquilo, apuntó los cañones contra la oposición al comentar lo que pasa en el PRO por culpa de Fernando Niembro. Ante la revelación que hizo Letra P sobre el socio del reconocido periodista, Aníbal dijo que “lo primero que tiene que mirar es el nivel de la utilización de los fondos” porque “dan explicaciones que son torpes”.
“Las chupadas de medias de Niembro a Macri son superlativas”, insistió. “Tengo pensado mi gabinete en la cabeza. Me gustaría tener a Randazzo, pero no le quiero faltar el respeto”, sorprendió con sus declaraciones.