En la provincia de Buenos Aires, la mayoría del radicalismo resistió en primera instancia el acuerdo electoral con el PRO.
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En la provincia de Buenos Aires, la mayoría del radicalismo resistió en primera instancia el acuerdo electoral con el PRO.
Pero, cerrada la alianza en Gualeguaychú, los jefes comunales boina blanca, decidieron exigir a su precandidato a la presidencia, Ernesto Sanz, la defensa de las actuales intendencias.
Para esto, era necesario que se cerraran las PASO a un solo contendiente, y se detuvieran las ansias expansivas del macrismo.
Aunque Sanz se comprometió a defender ese pedido, pocos intendentes lograron esquivar un contendiente amarillo.
Alejandro Cellillo, el jefe comunal de General Alvear, fue uno de los pocos beneficiados, que logró ir solo a las primarias.
Sin embargo ese favor no le alcanzó para superar en las PASO al principal contendiente del FpV, el ex senador provincial, y anterior escribano general del gobierno de la provincia, Alfredo Sivero.
Con el 75 por ciento de las mesas escrutadas, Cellillo obtuvo el 34,77 por ciento de los votos. Es decir, sumó 1.900 voluntades. En tanto, desde el FpV, los dos candidatos que se presentaron, Sivero y el ex jefe comunal, Gustavo Marcos, sumaron el 60,42 por ciento, un total de 3.303 votos.
De ese total, Sivero tuvo 2.470 votos, en tanto Marcos, obtuvo apenas 876 votos.
De esta manera, aunque todavía quedan las elecciones generales, va a resultar difícil que Cellillo pueda revertir ese número.
Sivero, hermano del ex jefe comunal, Aldo Sivero, cuenta con el apoyo del triunfante gobernador, Daniel Scioli.
La tercera fuerza fue el Frente Renovador, que obtuvo el 4,81 por ciento, un total de 263 votos.