El Gobierno quiere asegurarse de que el juez Luis María Cabral pierda definitivamente su subrogancia en la Cámara Federal de Casación Penal. Este jueves Cabral, juez enfrentado al kirchnerismo, fue removido de su cargo por el Consejo de la Magistratura con siete votos aportados por la representación del oficialismo en el organismo que nombra y remueve a los jueces de todo el país.
Cabral, “bachicha” para sus amigos, busca desesperadamente lograr una cautelar que lo reponga de inmediato en el cargo. Ayer habló por teléfono con Ricardo Lorenzetti y con referentes de la oposición que anunciaron su intención de presentarse en los tribunales para exigir que sea repuesto.
La mala noticia para Cabral es que Lorenzetti no querría entrar en conflicto con el kirchnerimo por su subrogancia. Así se lo dio a entender palabras más palabras menos el presidente de la Corte.
Además a Lorenzetti Cabral ya no le es tan necesario en la Casación desde que la Sala I de la Cámara Federal anuló la causa en la cual Lorenzetti y su entorno eran investigados por supuestos desmanejos con los fondos del Poder Judicial. Ese caso ya difícilmente se trate en Casación. En primera instancia lo tuvo el juez Luis Rodríguez cercano a la SIDE. Apenas ordenó medidas de prueba su esposa logró un contrato en la Corte.
Es tal la voluntad de Lorenzetti de no pelearse con el Gobierno que cuando la Cámara Federal reabrió un caso contra Ricardo Echegaray por supuesta persecución a Lorenzetti los voceros del juez salieron a operar en todos los medios para que el tema no trascienda.
Esta mañana desde la Rosada se comunicaron con el camarista en lo Contencioso Administrativo Sergio Fernández, hermano del operador judicial Javier Fernández que quedó muy golpeado tras la salida de Jaime Stiuso de la SIDE. Sergio tiene una relación excelente con el Gobierno, se reinventó y eso se demostró en que el Citibank no logró amparos para reponer a su CEO cuando el Banco Central le revocó la licencia y tampoco prosperaron cautelares para frenar la designación de jueces aprobados por el Congreso. El próximo paso para revalidar la afinidad podría ser la demanda de Cabral.
El otro herido de gravedad con lo ocurrido ayer es Ernesto Sanz porque los representantes del radicalismo (el senador Angel Rozas y el diputado Gustavo Valdes) se ausentaron de sus bancas en el Consejo de la Magistratura. Sanz tiene mucha gente colocada en el Consejo, entre otros el auditor Jorge Meydac que también está en la mira por ciertas decisiones que tomó en el último tiempo.