Desde que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner voló de regreso desde Roma a Buenos Aires, comenzaron a circular los rumores sobre una posible baja de la precandidatura de Aníbal Fernández para la provincia de Buenos Aires. El paso al costado del dirigente habría estado motivado por una discusión entre el jefe de Gabinete y Eduardo “Wado” de Pedro. Sin embargo, desde el entorno del secretario general de la Presidencia desmintieron la pelea y Fernández apuntó todos sus cañones hacia su rival en la interna, Julián Domínguez.
“No me gusta que los compañeros se canibalicen y hagan operaciones”, dijo hoy el jefe de Gabinete, enojado por lo que considera que son operaciones en su contra, supuestamente motorizadas por el equipo del presidente de la Cámara de Diputados.
Durante todo el jueves, tras la aparición de una nota en el diario La Nación que indicaba que Fernández había suspendido sus actos de campaña tras una pelea con el hombre fuerte de La Cámpora en la Rosada, De Pedro, circuló el rumor de que el jefe de Gabinete tenía las horas contadas como precandidato a gobernador bonaerense. De acuerdo con las versiones, por la tarde la Presidenta había “bajado” a Fernández de la pelea.
Sin embargo, por la noche, en las oficinas de la Jefatura de Gabinete se planificaban las actividades de campaña para los próximos días. El viernes por la mañana Fernández estará en Merlo con el intendente Raúl Othacehé. A la tarde viajará a Bahía Blanca donde firmará convenios con municipios, mientras que el sábado estará en Arrecifes para la inauguración de un pabellón pediátrico del hospital municipal.
Además de la supuesta discusión con De Pedro, los rumores indicaban que la baja de Fernández estaba ligada a la visita de la Presidenta al Vaticano y a un supuesto pedido del papa Francisco, quien mantiene un excelente vínculo con Julián Domínguez, algo que también fue refutado por los colaboradores del jefe de Gabinete. Desde el entorno del presidente de la Cámara de Diputados desmintieron estar detrás de las operaciones contra Fernández.
Mientras tanto, otro que sigue en carrera es el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. También durante el jueves corrieron rumores que indicaron que el matancero se bajaría de su precandidatura ya que la Presidenta estaba “molesta” por su decisión de lanzar a su sucesora en el municipio, Verónica Magario, “sin consultarle” mientras ella volaba desde Roma. A contramano de las versiones, por la noche, Espinoza ratificó su precandidatura en los estudios de C5N.
En la Rosada hay quienes aseguran que la Presidenta preferiría llevar una sola boleta en la provincia de Buenos Aires, algo con lo que también acuerdan los intendentes del conurbano, que prefieren centrar su campaña en un solo candidato del Frente para la Victoria y no en dos. Esta estrategia estaría siendo fogoneada también por el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini.
Más allá de las especulaciones, lo cierto es que Cristina tendrá la última palabra y que, a juzgar por los usos y costumbres del kirchnerismo, muchos operadores intuyen que su decisión se mantendrá en secreto hasta último momento.