Cristina Fernández de Kirchner estuvo acompañada por quienes apuntan a sucederla por el FpV, el gobernador Daniel Scioli y el ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo, además de los postulantes bonaerenses, el presidente te la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.
También acompañaron a la jefa de Estado el canciller Héctor Timerman, los ministros de Economía, Axel Kicillof, de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, de Defensa, Agustín Rossi, y de Panificación Federal, Julio De Vido, entre otros, además de representantes de otros países.
La ceremonia religiosa estuvo a cargo de arzobispo de la Arquidiócesis de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, quien pidió "cultivar una auténtica convivencia entre los argentinos, una mayor justicia social y solidaridad".
En su homilía, Radrizzani bregó también por más trabajo, salud y educación y llamó a "preservar los valores cristianos del pueblo". "Deseamos transformar el presente, queremos seguir creciendo, cumpliendo deberes, con competencia y altura moral. Amando cada día más a nuestra patria", agregó el arzobispo.
El religioso cerró su mensaje con una cita del Papa Francisco para instar a la unidad de los argentinos: "Caminemos juntos, cuidémonos los unos a los otros, cuídense entre ustedes, cuiden a los niños y a los viejos, que no haya odio y peleas, dejen de lado la envidia, no le saquen el cuero a nadie, dialoguen".
“Con aportes de la presidencia, ayer Néstor Kirchner y hoy con el apoyo de nuestra Presidenta, la refacción le devolvió su resplandor a la Basílica, aquel que tenía el 5 de octubre de 1930, cuando fue declarada patrona de las tres repúblicas hermanas. Hoy el santuario luce de la misma forma, y se puede apreciar desde la Plaza Belgrano, y adentro, con el espectáculo visual y la sobrecogedora sensación de belleza”, dijo Radrizzani al pronunciar el Tedeum que celebra los 205 años del inicio del camino argentino hacia la Independencia y la Libertad.
Asimismo, recordó la presencia de la Iglesia desde el momento del nacimiento de la Nación, compartiendo los ideales de libertad e independencia, y destacó que en esta etapa de la Argentina es necesario una buena “convivencia, mayor solidaridad, mayor justicia social, y decidida participación de todos en los proyectos comunes”, así como también “educación humanística, cultura del trabajo honesto y abnegado, revitalización de la familia preservando el espíritu cristiano”.
Por último, pidió a dirigentes sociales y políticos que “superen las dificultades con el don de la paz social”, para la “recuperación del hombre y la sociedad argentina”, para que “sigan creciendo y cumpliendo con los deberes ciudadanos con altura moral”, en un contexto de “paz, solidaridad y concordia”.