A mediados de marzo, el jefe de Gabinete bonaerense Alberto Pérez encabezó una reunión junto al ministro de Justicia Ricardo Casal, el de Deportes Alejandro Rodríguez y los diputados K Carlos Kunkel y Diana Conti. La misión fue hacer de nuevo el proyecto presentado el año pasado por Martín Insaurralde, que pocos días previos a ese encuentro había sido duramente rechazado en el Congreso.
A partir de ahí se pusieron de acuerdo para limar asperezas y armar un nuevo escrito, partiendo de la base de aquel, tan publicitado por el titular de Deportes de Scioli, pero que nunca había avanzado.
Esa nueva vuelta de tuerca corrió por cuenta de Darío Ruíz -el subsecretario de Seguridad- y tuvo el toque final en las manos de Casal y Berni. Ambos quedaron como encargados de redondear la idea final, que según pudo saber Letra P ya está terminada, a la espera de una presentación formal en sociedad.
El proyecto se tratará en la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados de la Nación, a cargo del kirchnerista Mauricio Gómez Bull.
“Es un trabajo que viene desde hace mucho y va más allá del proyecto de Alejandro Rodríguez”, le comentaron a este portal desde el ministerio de Seguridad de la Nación. Si bien marcan las diferencias con la idea original, al mismo tiempo destacan que todo eso sirvió para elaborar el escrito final. Más allá del ataque de la diputada Conti en el Congreso, hoy ya no quieren confrontar.
El espíritu del proyecto tiene dos cuestiones fundamentales: primero hace hincapié en la inversión que los clubes necesitan en materia de seguridad, y segundo apunta a desligar a los dirigentes de toda responsabilidad a la hora de entregar las listas con nombre y apellido de los violentos. O sea, se busca que el Estado se haga cargo del derecho de admisión en las canchas.
“Queremos brindarle a la justicia elementos concretos para juzgar tras algún incidente”, detallaron, apuntando “más que nada al tema de las cámaras de seguridad y los ingresos. La idea es que haya una noción de quién está adentro de la cancha”.
Y por eso se volverá a insistir con transformar a los estadios argentinos en europeos, salvando las distancias. O al menos que se parezcan en algo. “Lo que se quiere hacer en algún momento es tener una nominalidad de las entradas, para saber quién está adentro y quién no. Esto va a ser gradual, no es algo que tenga que ser ya. Si en un momento se hace ley, también la idea es evaluar que los estadios tengan 100% butacas para que se sepa quién es el que está sentado en la butaca”, revelaron.
En realidad eso suena como una utopía, teniendo en cuenta que no es la primera vez que se propone algo así, en un contexto de creciente violencia, con la prohibición más vigente que nunca del ingreso de las hinchadas visitantes y con el AFA Plus –el último deseo de Julio Grondona antes de morir- aún en veremos.
El punto más fuerte es el que trata el derecho de admisión. Berni quiere que el Estado acapare la admisión de quién entra o no al estadio, cosa que –en teoría- hoy les corresponde a los dirigentes de los clubes. “La mayoría de los dirigentes avalan esto”, le detallaron a este medio desde Seguridad.
“Ellos hoy son los que tienen que entregar una lista a los ministerios provinciales y nacionales diciendo quién entra y quién no a la cancha, y en muchos casos en esas listas no están todos los que debería”, comentaron, explicando que esto muchas veces sucede por el miedo que los mandatarios manifiestan por lo bajo, expuestos a amenazas y extorsiones por parte de las barras. Paralelamente, el fantasma de la connivencia con los violentos que ya no es ningún secreto.
De esta forma, la idea del gobierno nacional es que el Estado se apropie de esa tarea, lo cual a simple vista también puede resultar chocante, hablando de connivencia, ya que otras de las habituales críticas del mundo del fútbol es que en muchos casos las barras también se reparten su turno –además de las populares- en actos partidarios como fuerza de choque, manejados por dirigentes políticos.
Berni está anotado en la carrera por la Gobernación y en los últimos días se fortaleció el virtual acuerdo para que en realidad sea el segundo de Diego Bossio en la fórmula. Por eso, en este contexto de campaña electoral, tal vez este proyecto que tanto se hace esperar, aún continúe guardado, pero preparado para salir a la luz cuando sea necesario.