Carbón blanco, así se conoció al secuestro de 400 kilos de cocaína que realizaron policías de España y Portugal en dos procedimientos en marzo de 2012. A través de una denuncia de la Dirección General de Aduana (DGA), se constató que la droga que llegó a Europa proveniente de Argentina oculta en cargas de exportación vegetal.
En el puerto de Buenos Aires un cargamento con más de 20 toneladas aguardaba salir del país con destino final Lisboa. El 11 de abril otro cargamento llegaba al puerto de Lisboa con la misma cantidad. El conteiner fue requisado y en Portugal se encontraron casi 158 kilos de cocaína según la causa. En total, hasta que se desarticuló la banda, fueron casi mil kilos de droga enviados al extranjero.
Luego de una serie de investigaciones los máximos responsables de la banda cayeron. Se trataba de un abogado, dos empresarios y dos comerciantes. Sin embargo la trama no terminaría allí.
Es que en abril del año pasado, comenzó una causa paralela para investigar la colocación de activos producto del narcotráfico en la economía formal: comúnmente conocido como lavado de dinero.
En esas maniobras, se determinó que la banda que integraba “Carbón blanco” había producido paralelamente un entramado empresarial, financiero e inmobiliario con eje en distintos puntos del país y el exterior.
Con intervención de la Procelac se determinó avanzar en 39 allanamientos simultáneos, donde se movilizaron 242 efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Trabajaron fiscalías de Santiago del Estero, Campana, San Isidro, Mercedes, penal económico de la Ciudad de Buenos Aires, Rosario y Mar del Plata. La causa por presunto lavado de activos de la banda está a cargo del fiscal federal de Roque Sáenz Peña, provincia de Chaco, Carlos Sansserri, y la Procelac.
El 15 de marzo pasado –según consta en la web de la Procuración General– 23 domicilios en la Ciudad de Buenos Aires, 4 en Mar del Plata, 3 en otras localidades de la provincia de Buenos Aires, 6 en Santa Fe y 2 en Santiago del Estero, divididos en particulares, domicilios de empresas, inmuebles rurales, estudios jurídicos, notariales y contables fueron allanados. Se detuvieron 7 personas; entre ellas un abogado y docente de Mar del Plata, militante radical y de fuerte presencia en el partido.
El preso que nadie quiere y que a todos involucra
La detención del radical, Mariano Castellucci, repercutió de lleno en la política marplatense. El abogado y docente era uno de los Mayores Contribuyentes por la UCR dentro del deliberante de General Pueyrredón. Apoderado del radicalismo local, la relación era por demás estrecha. Por ejemplo, sus oficinas compartían el mismo edificio con las del titular del partido en Mar del Plata, Daniel Nuñez. En la estrategia política los vínculos serían mayores.
Por eso, rápidamente, el radicalismo le bajó el pulgar a Castellucci; lo corrió como contribuyente y apoderado y ahora espera que la justicia actúe. También fue separado de la Subsecretaría Legal y Técnica, en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Sin embargo, políticamente su detención castiga además de los valores radicales a dos nombres puntuales: el concejal Maximiliano Abad y a la precandidata a intendente Vilma Baragiola.
Tanto Castellucci como Abad compartían la misma línea dentro del radicalismo. Abad “jugó” fuertemente en la Convención de Gualeguaychú para imponer la voluntad del presidente del partido, Ernesto Sanz, para conseguir una política de alianza directa con el PRO. Algo que sí votó Varagiola en Entre Ríos. Sin manos que levantar en Entre Ríos pero como operador fuerte en Mar del Plata, también acompañó esa iniciativa Castellucci.
La conexión de nombres que une a la causa de Carbón Blanco y que puede rozar hasta a Mauricio Macri es la siguiente: Diego Castellucci fue detenido. Castelluci está ligado a Nuñez y a Abad quienes buscaron y consiguieron una alianza con el PRO que llevará a Baragaiola como candidata.
La removida ex presidenta del Concejo Deliberante, ahora irá por la intendencia representando la alianza PRO-UCR; o al menos ese es su deseo. A Baragiola en la elección de 2013 le habían dado la boleta corta del Frente Progresista Cívico y Social. Enojada, la concejal repartió casa por casa la lista de ella junto a la del Frente Renovador en un acuerdo trazado con el diputado nacional, Sergio Massa. Luego, cuando el tigrense ganó a nivel nacional y ella local, todos los pronósticos indicaban que en 2015 irían juntos para vencer a Daniel Scioli y Gustavo Pulti.
Luego la coyuntura la rumbeó como una hoja seca hacia el espacio de Mauricio Macri a nivel nacional y a María Eugenia Vidal a nivel provincial. Antes de la convención en Entre Ríos ya había acordado trabajar de la mano con el PRO, ya que el referente macrista en Mar del Plata –el ex corredor Eduardo “Lalo” Ramos– quedó fuera de cualquier candidatura cuando alcoholizado chocó su Mercedes Benz en la ruta 226 contra un Chevrolet Corsa en el que se trasladaba una familia y terminó con el hijo de la familia en terapia intensiva. Sin candidato fuerte, el PRO fue por Baragiola.
Pero, después de conocerse la detención de Castellucci el futuro de Vilma y sus aspiraciones políticas es incierto. Macri maneja encuestas que a nivel nacional lo ubican por encima del resto de los candidatos y desde el PRO no quieren arriesgarse a llevar a una candidata –en una de las grandes ciudades del país– vinculada, en el “mejor” de los panoramas, con el lavado de dinero.