Política

Pablo Medrano, de cerebro judicial de Yabrán a hombre fuerte en la defensa de Báez

Letra P.- Abogado célebre de los 90, se recicló en la gestión kirchnerista en expedientes de alto voltaje. La bronca de Echegaray y la sombras del caso Gotti. Ahora Bonadio quiere ir por Máximo.

Lázaro Báez daba por descontado el llamado a indagatoria pero lo calculaba recién hacia mediados de este año. Sabía que el juez Sebastián Casanello iba concretando todos los pasos necesarios para esa instancia. El escándalo de la muerte de Alberto Nisman y un pedido de la Cámara Federal aceleraron todos los tiempos previstos. El momento fue de lo más inoportuno porque Lázaro estaba pensando en cambiar a sus abogados, puntualmente a José Manuel Ubeira.

 

El cerebro judicial detrás de los dramas de Báez en tribunales nunca fue Ubeira sino que ese rol de influyente en las sombras le tocó a Pablo Medrano, que en el pasado fuera un hombre de confianza del magnate Alfredo Yabrán. Se trata de un abogado que ha sido requerido en múltiples ocasiones por el kirchnerismo y a quien en los tribunales le adjudicaban una estrategia de defensa pasiva, que perjudicaba a los satélites de Báez como Daniel Pérez Gadín o Leonardo Fariña, pero que a la larga beneficiaria al dueño de Austral Construcciones.

 

Medrano es el abogado que, según entendieron los ejecutivos de la multinacional Procter & Gamble, debían contactar para resolver sus problemas con la AFIP. Cuentan que cuando Ricardo Echegaray se enteró de esa gestión (que hicieron por su cuenta directivos del ente recaudador) estalló en furia.

 

El abogado asesora a Báez desde su primer desmadre judicial que fue una causa por facturas truchas que complicaba a la constructora Gotti que fue adquirida por el empresario kirchnerista.

 

En 2007 la AFIP sostuvo que Gotti había facturado 495 millones de pesos con facturación apócrifa de empresas fantasmas. Las mismas facturas que ya habían aparecido en la megacausa que derivó con el Caso Skanska. Gotti no fue la única que llegó a los Tribunales de Comodoro Py. A las constructoras Palma y Gancedo, también con vinculaciones con Báez.

 

La citación a indagatoria que ordenó Casanello fue un golpe por partida doble para el kirchnerismo duro: primero que debe leerse como un adelanto ante la posibilidad de que Claudio Bonadio (dicen que esta semana) termine citando a Máximo Kirchner en el caso Hotesur y en segundo lugar porque el mismo día Casanello terminó ternado en el Consejo de la Magistratura (que domina el oficialismo) para ser ascendido a camarista federal.

 

El gobernador Maximiliano Pullaro, flanqueado por dos figuras del PRO y el PS, Gisela Scaglia y Joaquín Blanco.
Martín Menem.

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