“Con Florencio Randazzo uno comparte más la mirada ideológica”. Así describía Martín Soria al ministro, a principios de enero, cuando en una entrevista con Letra P reafirmó intenciones de gobernar Río Negro, a pesar de que algunos pilares en el justicialismo mantienen predilección por Miguel Ángel Pichetto, que hoy estará junto a Daniel Scioli en el mismo evento.
Tal como sucediera en la campaña del 2011, en tiempos que Carlos Soria saboreaba el triunfo que desplazaría al radicalismo, Randazzo se paseó por General Roca y propuso algo que puede llegar provocar ciertos movimientos en el Frente para la Victoria (FpV) rionegrino.
A pesar de mantener “una muy buena” relación con Pichetto, ratificó la propuesta que tanto temen los armadores que saben de la llegada de Soria. Una y otra vez lo invitó a jugar una interna que removió los cimientos de una vieja disputa que se había apaciguado por la intervención directa de la Casa Rosada. Como explicó este portal, el presidente y el vice del peronismo rionegrino se encontraron en Balcarce 50 para limar asperezas y, en teoría, fumaron la pipa de la paz. “Hay unidad”, le reconocieron desde el entorno del Senador a Letra P, a pesar de que las imágenes encendieron la alarma en el espacio.
“(Carlos) Soria nos había dado la posibilidad de un futuro mejor para la provincia. Creo que eso no ha ocurrido”, insistió Randazzo, según publica el diario Río Negro, en una fuerte crítica al actual titular del ejecutivo, Alberto Weretilneck que le sirvió de pie para enaltecer los logros del PJ, que hoy tendrá reunión de Consejo.
Sin vueltas, reclamó inteligencia en el partido para que el candidato que se imponga en los comicios provinciales tenga una relación aceitada, sin obstáculos y con proyección, junto a la Nación.
Pero un escollo mayor puede ser lo que congele las pretensiones del presidenciable, además de la necesaria predisposición de Soria. Justamente, el joven intendente podría ser un pilar fundamental en el proyecto de Pichetto, por manejar uno de los municipios más fuertes y arrastrar la herencia de un dirigente que plasmó el cambio.
En el constante mundo de las especulaciones circula la versión, cada más fuerte, que catapulta al roquense a la vicegobernación. Tal es la preocupación en los armadores pichettistas, que consultan incansablemente sobre la llegada del jefe comunal a través de encuestas.
Hoy, cuando Scioli sea una de las presencias más importantes en la reunión del Consejo partidario –que definirá la próxima fecha del Congreso– la mayoría de los rumores comenzarán a esfumarse o, como algunos conocedores plantean, puede tomar forma con algún otro puesto que conforme a la mayoría.