A raíz de las declaraciones de Fernando “Pino” Solanas en las que relacionó a Elisa Carrió con el ex espía de la SI Antonio “Jaime” Stiusso, dos dirigentes de la Coalición Cívica porteña salieron a cruzar los dichos del senador y lo destrozaron.
Este lunes, “Pino” aseguró que Carrió “tenía amistad con Stiusso”. Y, luego, insistió: “La doctora Carrió dijo que tenía amistad con Stiusso, que estaba en contra del escrache porque ella tenía buena relación con Stiusso”.
Los ex aliados que dieron nacimiento al Frente UNEN continúan alimentando cada vez más su enemistad desde aquella jornada en la que la chaqueña abandonó un acto en el que Solanas hablaba sobre el resultado de la coalición de centroizquierda en las elecciones de 2013 y la importancia de que esta se mantenga alejada del macrismo.
Ahora, los legisladores porteños de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro y Paula Oliveto le respondieron a Solanas en nombre de su jefa política y rechazaron sus declaraciones.
“Se trata de una aberrante mentira. Carrió nunca tuvo ningún tipo de relación con ningún agente o ex agente de inteligencia de la SIDE”, sostuvieron en un comunicado. Además, indicaron que la diputada “fue propuesta como testigo en la causa de Gustavo Beliz contra Stiusso”.
Oliveto y Ferraro afirmaron que “pareciera ser que el senador desprecia la muerte de un fiscal; es un problema de él. A Carrió sí le importa y pretende que no quede impune, como la causa de la AMIA y de la Embajada de Israel”.
“Lo de Solanas es un golpe bajo, ya que en su momento nosotros entendimos parte de sus razones por votar las principales leyes del kirchnerismo y ahora sale con semejante mentira. Miente y vuelve a ser funcional al kirchnerismo al decir que Elisa Carrió es amiga de Stiusso”, exclamaron enojados.
Ambos legisladores indicaron que Solanas “no sólo va a tener que desdecirse de esa afirmación sino que también va tener que pedir disculpas a una líder que lo hicieron senador a pesar de su acompañamiento histórico al gobierno más corrupto desde la década infame”.
“Ahora queda claro para quién opera”, concluyeron Ferraro y Oliveto.