Junto a representantes de su Gabinete como el ministro de Economía Axel Kicillof, el ministro de Planificación, Julio De Vido, la ministra de Industria, Débora Giorgi, además del jefe de ministros Jorge Capitanich y la presencia del gobernador Daniel Scioli, Cristina Fernández de Kirchner festejó “este verdadero hito histórico incorporar al sistema eléctrico nacional al 100 por 100 la tercera central nuclear argentina”.
“Para algunos que unos días desconfiaban acerca de acuerdo que fuimos a celebrar para hacer crecer la economía e incorporar nuevas inversiones, quiero decirles que esta obra fue hecha enteramente por argentinos, neuronas argentinas, mano de obra argentina, porque los argentinos hemos vuelto a retomar un camino que habíamos abandonado”, dijo en cadena nacional la mandataria.
Entre trabajadores de la planta Atucha II, junto a funcionarios, trabajadores y militantes, sostuvo que “a partir de la decisión de Néstor Kirchner en 2004 cuando lanza el plan nuclear argentino toma la decisión de que esta planta -con Perón inaugurando Atucha I- Argentina empezara a desarrollar su plan nuclear”.
“Estos son los hombres que quedan en la historia, los otros apenas se agotan en 5 minutos de televisión o una página de diario”, disparó en su discurso Cristina al reconocer al ex presidente fallecido como “el hombre que vino a Atucha II que estaba abandonada, así como tomó la decisión de terminar Yaciretá dijo vamos a terminar e invertir en poner de nuevo en función la energía atómica”.
“Hoy figuramos entre los 11 países que produce uranio, eso sí, somos hombres y mujeres de paz no amenazamos con bombas o misiles a nadie. Nuestra ciencia nuclear está dirigida a obras como las que están aquí”, aclaró una eufórica Jefa de Estado. “Argentina regresa al selecto club con una diferencia: tenemos energía propia que nos permiten enriquecer el uranio y eso es lo que les molesta a algunos”, soltó.
En toma de posición hacia las elecciones de octubre, la mandataria indicó que “el Estado nacional es de ustedes los 40 millones de argentinos, el estado no es mío se queda y en el 2015 tenemos que garantizar que quien gobierne mantenga las mismas ideas. La mejor herencia es que el próximo gobierno comparta la idea transformadora de país”.
Mientras aseguró que la inauguración de la obra significa el ahorro de 400 millones de dólares en importación de combustible y un alza en materia de trabajo dijo que su reciente viaje a China fue por inversiones para incorporar tecnología.
“Tenemos la necesidad de cambiar e intensificar el desarrollo del plan nuclear. Tenemos que hacer hincapié en la energía nuclear, más barata, más limpia, generadora de tecnología. A través de la ciencia nuclear tenemos implicancia en la medicina nuclear”, añadió.
“Que nos vengan a contar a nosotros que no vamos a defender el trabajo de los argentinos. Esas voces no son voces ingenuas o solamente con diferencias políticas. Yo no soy ingenua, y le pido a los argentinos piensen como piensen, no somos aislados, vivimos en un mundo que está cruzado por profundos intereses geopolíticos, no es un mundo de conspiraciones es un mundo de intereses que quieren que unos están subordinados y los otros mandar y se enfrentan con gobiernos como este porque no les gusta que les marquen la cancha, este es el problema”, fustigó Cristina.
Del mismo modo, la Presidente hizo referencia al trabajo de los argentinos “para llegar a este punto, no intenten enfrentarnos”. “Prefieren una Argentina sin plan nuclear, que no se desarrolle en el campo científico, como la que tuvo que venir a levantar en 2003 Néstor Kirchner, pero no somos solo eso, además de querer ser actores a nivel internacional, de recuperar para la patria el honor y la dignidad en materia de desendeudamiento, inclusión, nivel social, somos un país modelo en materia derechos humanos”, enfatizó.
“Plantamos un modelo y es lo que a algunos de afuera y fundamentalmente de adentro no nos perdonan haber terminado con la obediencia debida y el punto final”, agregó.
Por último, en la tercera cadena nacional en seis días, la Jefa de Estado espetó palabras de aliento al pueblo y dijo que “hay un mundo nuevo, actores nuevos”. “Es algo bueno para nosotros porque nos permite tener socios, dejar de ser siempre de punto porque queremos ser banca alguna vez, por eso hacemos alianzas estratégicas, nos abrimos a todos y si quieren venir de otros países y potencias ofreciendo las mismas posibilidades estamos abiertos a todos pero sin imposiciones de nadie”, expresó.
“El verdadero problema es que antes gobernaban otros al punto tal que podían golpear la mesa y volar los platos, la disputa de poder no es haber si manda más la presidente o el empresariado. La disputa es cómo les va a ir a ustedes, más que a los dirigentes.la diferencia en la política es saber para qué queremos ser presidentes, para qué queremos hacer política”, dijo en relación a los empresarios críticos de los acuerdos económicos.
Al final de su discurso, Cristina subrayó que “hasta el último día que sea presidente” trabajará para seguir cambiando. “Mientras haya un pobre en la Argentina estaremos en deuda con los argentinos y mientras estemos en deuda la política tiene que estar comprometida por el pueblo”, cerró.