El cimbronazo de la carta que redactó María Eugenia Bielsa se sintió en el Partido Justicialista, pero su cúpula reaccionó a tiempo para anunciar la nueva fórmula que intentará hacer pie ante el avance del PRO y la histórica conducción del armado que tiene el socialismo con la UCR.
Omar Perotti, y el secretario de Transporte, Alejandro Ramos estarán al frente de la cruzada para regresar al ejecutivo hoy en manos de Antonio Bonfatti.
Como explicó Letra P antes del plantazo de Bielsa, ambos estaban en carpeta si la rosarina oficializaba lo que al final anunció. Según fuentes del peronismo de esa provincia, ambos llegan por “consenso” de la mayoría de los sectores.
El titular de Defensa, Agustín Rossi, también influenció en el nuevo mapa electoral con el apoyo a Perotti postura que se repite en los camporistas y el sector sindical, columna vertebral del justicialismo. Pero, como en toda medida de esta importancia, existen algunas diferencias.
La capacidad de organización parece estar diluida en el cierre de las listas de legisladores, que tendría una difícil resolución si las cabezas de los sectores no coinciden en un plan común para resolver esa puja, que comenzó a resolverse en Capital Federal.
Según los trascendidos del encuentro, Jorge Capitanich fue uno de los protagonistas para calmar las agitadas aguas luego del portazo de la candidata con mejor llegada. De ese encuentro, surgió el nombre de Héctor Cavallero para darle pelea al socialismo en la carrera por la Legislatura provincial.
Miguel Lifschitz, y el radical Carlos Fascendini, son la expresión del armado “progresista” que intentará retener por otro período la provincia, que tiene al ex humorista Miguel del Sel como la viva expresión de Mauricio Macri para dar el batacazo en los comicios.
Para volcarse a la campaña, anunció que el 20 de febrero renunciará a su banca en el Congreso para dedicarse exclusivamente a la campaña que tiene programada una serie de recorridas por diferentes localidades, aprovechando la llegada que le dio su pasado mediático y el efecto del 2011.
“En estas instancias hay que arriesgar, para mí no vale eso de ir con el cinturón de seguridad puesto, sabiendo que si pierdo sigo viviendo del Estado”, sostuvo el casi ex Diputado.