En la cúspide de su transitar por el Ejecutivo bonaerense, para Alejandro Gaspar Arlía fue sólo un trámite tomar, allá por 2009, las riendas del PJ en Brandsen, distrito al que, apenas arribado, buscó transformar en el epicentro de su poder político que por entonces lo avizoraba “sin fronteras”, como la denominación de su agrupación política.
Autodefiniéndose con impostada modestia como “un vecino más” del terruño brandseño a pesar de ser un reciente arribado del que ningún “coterráneo” tenía registro ni antecedente, Arlía sólo tuvo que enrostrar sus credenciales de ministro “comodín” de Daniel Scioli para erigirse como mandamás del peronismo local, teniendo como primer objetivo arrebatarle al radicalismo un poder municipal que venía ostentando ininterrumpidamente desde 1995.
Este cometido era un requisito básico y esencial para sumar las cucardas necesarias que lo posicionen como un dirigente con “proyección” en un armado naranja que ya tenía todas las miras puestas en la Casa Rosada.
Abriendo la canilla de obras para el distrito y uniendo a un recurrentemente fragmentado peronismo local que aplastó a una desgastada gestión radical, consiguió en 2011 el triunfo de Gastón Arias, dirigente al que quiso echar del PJ en la elección anterior por haber jugado bajo el sello de Nuevo Encuentro pero al que tuvo que “digerir” por ser quien mejor medía en las encuestas.
Una calle perdida. Mientras el intendente profetizaba en su discurso de asunción que “un día una calle llevará el nombre de Alejandro Arlía”, el líder de “Peronistas Sin Fronteras” no dudó en que tenía el poder político de Brandsen en la palma de su mano y que era momento de enfocarse en expandir su agrupación. Tal es así que, al ser consultado sobre si le gustaría ser intendente de Brandsen en un futuro, respondió menospreciativamente: “Tal vez cuando esté un poco más viejo y sedentario pueda ser”
El peor error que se puede cometer en política es subestimar. Y de eso hizo gala Alejandro Arlía desde 2011. Puso en piloto automático su conducción, dejó ir al massismo a quien fue otro importante artífice del triunfo local, el concejal Marcelo Giovannone, y no tuvo muñeca suficiente para contener a la dirigente de extracción kirchnerista Sandra Gallardo, quien ejerce la Secretaría General del Partido que él preside.
Como resultado de sistemáticos destratos, fueron precisamente estos dos dirigentes quienes unieron fuerzas este año compitiendo con el sello vecinalista de Causa Popular que llevó a Gallardo como candidata a la Intendencia.
A priori, a Arlía no le quitó demasiado el sueño esta decisión y, sin el termómetro de la realidad política local (que marcaba un creciente descontento vecinal ante promesas incumplidas y una impronta tallada por la soberbia tanto de él como del intendente Arias), confió en que la primera reelección de su alfil no podía escaparse del bolsillo. Así le fue.
No sólo su carrera dentro de la administración pública provincial fue en caída libre hasta el punto de comandar un Ministerio de Infraestructura desmembrado, sino que su agrupación “Peronistas Sin Fronteras” encontró pronto su límite en el marco de una constante sangría dirigencial. Perder en Brandsen por 88 votos ante el radicalismo (enmarcado en Cambiemos) fue la pesada frutilla de un postre que aún no logra deglutir.
La furia. Ante este paisaje de plena derrota, y lejos de avanzar en una necesaria autocrítica, Alejandro Gaspar Arlía decidió encender los motores de la ira contra quien sindica como responsable de la derrota del peronismo brandseño: Sandra Gallardo.
Y es que, tanto él como su cada vez más desguarnecido séquito, realizan una superficial ecuación: si Gallardo hubiese jugado la interna del FpV (como hizo en elecciones pasadas), en octubre los casi 2 mil votos que obtuvo habrían recalado en Gastón Arias, siendo una cifra harto suficiente para conservar el Palacio Municipal y no volverlo a entregar a los muchachos de boina blanca.
Por tal razón, y así como quiso echar del PJ a Arias años antes de erigirlo con su candidato, la intención sería barrer de la estructura partidaria a la actual secretaria General. Para esto, el otrora ministro plenipotenciario de Scioli ya envió a realizar encuentros. Días atrás, miembros del Consejo del Partido se reunieron sin convocar a Sandra Gallardo, en lo que algunos consideraron la antesala de su expulsión.
“No estuvo presente porque ella fue con una lista opositora al peronismo. Se la invitó al proceso de las PASO, que es el ámbito concreto donde todos aquellos afiliados se presentan a elecciones. Todos sabemos que fue con una lista por afuera y por ese motivo no se la convocó”, recalcó Gastón Arias, quien afirmó que Arlía “estuvo plenamente de acuerdo en la realización de ésta reunión”.
Sobre los pasos a seguir en el seno del justicialismo local con dirigentes como Gallardo y Marcelo Giovannone, el ex alcalde afirmó que existe “unanimidad para cumplir con la Carta Orgánica, porque las internas se tienen que dirimir en las PASO. Percibo y estoy convencido que todos quieren ir hasta el final para que el futuro sea sano, fuerte, robusto y sobre todo con un gran respecto a las instituciones, para recuperar el espacio perdido”.
El responsable de la derrota. Con las miras prestas para apuntar contra su figura, Sandra Gallardo recalcó a Letra P que “hace meses que no lo veo” a Arlía y, por tal motivo, “voy a tratar de notificarlo por distintas vías, para ver si puedo obtener una respuesta y una reunión privada con él y después convocar a una reunión del Consejo del Partido, una convocatoria como dicta la Carta Orgánica, no una reunión de amigos como la que hicieron en la Básica de Gastón (Arias)”, en alusión al encuentro en el que se habría barajado su expulsión.
Asimismo, la ex candidata a la Intendencia por “Causa Popular” no dudó en afirmar que “el principal responsable de la derrota del peronismo en Brandsen es Alejandro Arlía y luego Gastón Arias por ser el intendente. El peronismo dividido hace que el radicalismo gane en Brandsen. Se perdió por menos de cien votos. Siempre somos mayoría los peronistas. El tema es que si de vos se apodera la soberbia y sos muy poco democrático…”, machacó analíticamente contra el titular del PJ
Consultada sobre la posibilidad de que sea expulsada del PJ local, Gallardo refutó al preguntarse: “¿Qué pueden llegar a decir para justificarse? ¿Qué competí como extra partidaria en un partido vecinalista? Armamos el partido Causa Popular solamente para tener el instrumento legal para participar de las elecciones. ¿Me lo va a pedir Gastón Arias, que en 2009 fue candidato por Nuevo Encuentro que no es peronista y no lo sancionaron?”.
Así, el peronismo brandseño se encuentra sumido en un escenario de marcada tensión post derrota electoral, con un responsable del espacio que, ya sin poder en el ámbito bonaerense, busca aplacar su ira en el pago chico.