LA REACCIÓN DEL PERONISMO

El PJ convierte a La Matanza en su búnker para la resistencia

El presidente del partido en la provincia, Fernando Espinoza, le armó un súper gabinete de figuras a la intendenta Magario. El PJ blinda su bastión electoral para no perder capacidad de movilización.

El peronismo de la provincia de Buenos Aires logró salir del shock de la derrota electoral y este sábado exhibió la primera jugada fuerte en su rol de opositor: convirtió a La Matanza, su principal bastión electoral, en búnker de la resistencia.

 

El ex intendente y actual titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, le diagramó todo el gabinete a la nueva titular del Ejecutivo local, Verónica Magario, y lo dejó repleto de figuras nacionales y provinciales. “Parece el gabinete de una gobernadora”, se agrandó el matancero, que juega dos fichas en una: armar un fuerte de resistencia en su populoso distrito y blindarse en la interna del peronismo.

 

En primer lugar, el fallido candidato a vicegobernador quiere consolidar a La Matanza como el terreno de resistencia por excelencia al gobierno nacional. Se trata de un territorio que concentra una población sólo superada por tres provincias y la Ciudad de Buenos Aires, donde buscará mantener activa a la tropa de militantes, dispuesta a movilizar en el momento que el peronismo, en su fase opositora, lo considere necesario.

 

Concretamente, en el acto de asunción y jura de Magario la presencia de la militancia quedó evidenciada. La intendenta y el ex jefe comunal se reunieron en el Palacio Municipal con los miembros del nuevo gabinete local y, cuando atravesaron la plaza central para llegar a la Catedral e iniciar el acto, tardaron más de lo previsto debido a la cantidad de militantes que pedían fotos y saludos de los dirigentes. “El peronismo de La Matanza fue el mayor triunfo de peronismo, que más le aportó al 48,5% de Scioli”, le contó, sacando pecho, una fuente municipal a este portal.

 

No fue una asunción más de un gabinete más de un distrito más de la provincia: fue el hecho político más planificado por el peronismo desde que perdió el control de la Nación y la provincia. Por eso, Espinoza se encargó de que no pasara desapercibido y, para ello, se aseguró la cobertura, en vivo y en directo, de la señal de noticias C5N.

 

En segundo término, Espinoza sabe que luego de la victoria de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, los caciques bonaerenses del justicialismo piden su cabeza. La interna del pejotismo empezó hace tiempo con el acecho de figuras como Alberto Descalzo, Jorge Ferraresi y Julio Pereyra que mantuvieron el control de sus distritos ante el batacazo de la ola amarilla.

 

Consciente de esta situación, el líder matancero plagó el acto de asunción de Magario con fuertes figuras del peronismo: José “Pepe” Scioli, Julián Domínguez, Carlos “el Cuta” Moreno, Juan Carlos Dante “Canca” Gullo, Cristina Álvarez Rodríguez, Sergio Uñac, Juan Manzur y Héctor Recalde. Incluso, invitó a la hija del ex gobernador Daniel Scioli, Lorena.

 

Súpergabinete

 

Espinoza sabe que la gestión en el municipio será clave para poder anotar a La Matanza como el foco de resistencia legítimo. Para eso, junto con Magario, diagramaron un gabinete de secretarios con importantes funcionarios de la gestión bonaerense de Scioli y de la Nación de Cristina Fernández de Kirchner, entre los que sobresale la ex ministra de Industria Débora Giorgi y el ex viceministro de Economía Roberto Feletti.

 

El propio titular del PJ será jefe de asesores de la intendenta, mientras que Alejandro “el Topo” Rodríguez ocupará el cargo de jefe de Gabinete. Es uno de los hombres fuertes del sciolismo – es de extrema confianza de Alberto Pérez- que estuvo a cargo de mantener la relación con el campo, desde su gestión como ministro de Asuntos Agrarios.

 

Débora Giorgi estará a cargo de la secretaría de Producción, a donde llevará toda su experiencia de gestión nacional y se dedicará a aumentar la capacidad industrial y productiva de la zona, que es la más reconocida de la provincia en esos rubros. Al momento de la jura de la ex titular de la cartera nacional, Magario recordó que “en la Matanza se crearon 300 mil puestos de trabajo y hay 7 mil pymes”. Y, al recibir a Giorgi, la flamante intendenta paró la ceremonia para subrayar esa incorporación a su equipo de gobierno. “Ojo con el lujo que nos estamos dando con Débora, que nos ha venido a ayudar a La Matanza”, marcó a modo de celebración.

 

En tanto, Alejandro Collia estará a cargo de la secretaría de Salud; Silvina Gvirtz comandará la secretaría de Educación y Roberto Feletti será el secretario de Finanzas del municipio.

 

Todos los funcionarios se encontraron en el Municipio, luego atravesaron caminando la plaza de San Justo para llegar a la Catedral. El regreso fue similar pero incluso más duradero porque había mucha gente sobre el camino que se acercaba a los dirigentes para pedir fotos o expresar saludos. Del acto también participó la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone.

 

Al finalizar el último encuentro en el Palacio de la intendencia se dirigieron hacia el restaurant El Mangrullo – propiedad de Alejandro Granados- para almorzar.

 

La resistencia

 

Después del shock del triunfo en la Nación de Mauricio Macri y de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, el peronismo entró en una etapa de silencio incómodo. El acto en La Matanza de este sábado fue el primer avance del PJ bonaerense para reactivar su trabajo y convertir al bastión electoral del justicialismo como el búnker anti PRO.

 

Bajo esa lógica, el municipio más populoso del país – al que algunos analistas definen como “una provincia más”- se encamina a ser un polvorín.

 

El acto, la presencia de militantes y de hombres y mujeres fuertes del peronismo son los activos que Fernando Espinoza piensa exhibir ante sus rivales en la compleja pelea por la conducción del peronismo local.

 

La pelea interna

 

El ex intendente de La Matanza busca consolidarse como jefe del Partido Justicialista bonaerense a sabiendas de que, luego de la derrota electoral ante el PRO, que significó que el peronismo pierde el control del distrito más importante del país luego de casi 30 años, un grupo de barones del conurbano piden que dé un paso al costado.

 

Días atrás, Julio Pereyra (Florencio Varela), Alberto Descalzo (Ituzaingó) y Jorge Ferraresi (Avellaneda) armaron una cumbre con intendentes y no cursaron invitación al presidente del partido que los aglutina a todos.

 

Los roces terminaron por explotar en el Senado bonaerense, donde el heredero del mítico Alberto Balestrini partió el bloque del Frente para la Victoria. De un lado quedaron los peronistas conducidos por el matancero Daniel Barrera y del otro el sector más afín al kirchnerismo –con La Cámpora incluida- que preside la mujer de Ferraresi, Ada Sierra.

 

La intendenta

 

Con 22 años de militancia en el peronismo, Verónica Magario llegó a la gestión municipal de la mano de Alberto Balestrini como subsecretaria de la cartera de Desarrollo Social de la comuna.

 

Es la primera intendente mujer de La Matanza. Juró este sábado y admitió que su gestión tendrá “color de mujer” y que tratará de tener buena relación con la gobernadora María Eugenia Vidal

 

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