Sergio Massa sabe que está en una posición de juez en el marco del ballotage. Scioli ha tomado sus propuestas -que semanas atrás criticaba- porque necesita de sus votantes, y hasta Macri en los últimos días viajó a Jujuy para conquistar a los electores del Frente Renovador. Con prudencia, el tigrense ahora dice que la charla que se debe con el ex motonauta se desarrollará después de la segunda vuelta.
"Me parece importante tener una charla mano a mano, después que se termine la elección para que no se preste a especulaciones", dijo Massa en una entrevista con El Tribuno de Salta.
"Después del 22 de noviembre corresponde una charla, mano a mano, de hombres", aseguró el diputado nacional, que días atrás recibió un llamado por parte de Scioli para pedirle perdón por haber dudado de la veracidad de lo que le pasó en 2013, cuando un agente de inteligencia ingresó armado a su casa.
"No es un tema solamente político. Es un tema familiar. No hay nada más sagrado que la familia y la casa de uno. Que un agente de inteligencia, protegido por el Estado, haya entrado en nuestra casa familiar es una marca difícil de superar desde lo personal, más allá de lo político", continuó Massa, todavía dolido.
Pese a todo, el líder del FR mantiene la cordura, a diferencia de su mujer Malena Galmarini, quien en más de una ocasión tildó a Scioli de "forro" por aquel hecho.