El vicepresidente Amado Boudou tuvo otra mala noticia esta semana. El kirchnerismo, con el secretario de Justicia, Julián Alvarez, a la cabeza, está apurando la puesta en funcionamiento de dos nuevos tribunales para la Justicia Federal. Allí terminaría recalando el juicio oral por el caso Ciccone, que lo tiene como protagonista. Si estos tribunales quedaran habilitados antes de fin de año, serían altas las probabilidades de que el titular del Senado los estrenase en 2016.
El vice está al tanto de que desde el 11 de diciembre será más vulnerable y por eso jugó fuerte para quedarse con la embajada argentina en México, deseo que transmitió al sciolismo pero que no tuvo eco. Patricia Vaca Narvaja continuará en la representación ante el país azteca.
México no es un destino elegido al azar por Boudou. No solo es el país de nacionalidad de su nueva novia, con quien se muestra cada vez más seguido, sino que, además, tiene uno de los tratados de reciprocidad en materia penal más estrictos del mundo. Para clarificar: es casi imposible que México entregue a una persona requerida por la justicia argentina.
Es por esto que, caída la probabilidad de la inmunidad diplomática, es casi un hecho que en los próximos meses el vice formalizará su relación con su bella novia en el registro civil. Sería una via rápida para esquivar un destino muy duro en los tribunales federales de Comodoro Py.
Meses atrás, Boudou, así como también todos los procesados en el caso Ciccone, jugó su última carta ante la Cámara de Casación Penal. La Sala IV confirmó todos los procesamientos y le dio paso al juez Ariel Lijo para que este firme la elevación a juicio oral.
El empresario José María Núñez Carmona eligió un camino muy similar al de su amigo de Mar del Plata. “Nariga” tiene una actividad empresarial cada vez más importante en España y está explorando cómo nacionalizarse y dilatar su llegada al banquillo de los acusados.