El virtual ministro de Asuntos Agrarios bonaerense en caso de que Aníbal Fernández se convierte en el próximo gobernador, Roberto Domenech, cuestionó el vínculo de tensión que el Gobierno nacional mantuvo durante los últimos cocho años con el sector agropecuario.
Elegido para estar al frente de la cartera que promete recomponer la relación con el campo, el actual presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) admitió que “no se puede seguir en esta situación” de confrontación entre el kirchnerismo y las entidades del agro.
Entrevistado por Radio América, Domenech aventuró que el hilo conductor de su eventual gestión será “abrir el diálogo”, para dirimir diferencias con los productores rurales, que se han mantenido en pie de guerra en todo el país, con epicentro en suelo bonaerense, después del conflicto por la 125 que predestinó una compleja relación entre Nación y el sector primario de la economía.
Las quejas del agro pasan por la alta carga tributaria, la carencia de obras en materia de infraestructura rural, que sale a luz cada vez que los campos rebalsan de agua, y las dificultades del sector avícola. En torno a ello, Domenech no tuvo reparos ante un posible llamado de atención y vaticinó “seis meses durísimos para la industria avícola, que obligan al sector a demostrar fortaleza”.
"Ya en este momento estamos recuperando, pudiendo controlar de nuevo la oferta", concluyó.