El anuncio de Daniel Scioli este martes en Montevideo, que catapultó oficialmente a Sergio Urribarri como posible ministro del Interior y Transporte, marcó el ascenso de un rival acérrimo del mandatario bonaerense antes del reclamado “baño de humildad” que les exigió Cristina Fernández de Kirchner a los precandidatos del peronismo.
Esta decisión desactiva cualquier posibilidad de crear una cartera de Transporte y Logística que había prometido en una reunión con varios representantes de la cámara de transporte y puertos a principios de julio.
“Vengo con Urribarri porque si llego a la presidencia va a ser mi Ministro del Interior y Transporte”, aseguró Scioli junto al actual presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez.
El Pato, uno de los dirigentes más apegados al kirchnerismo, tuvo un significativo cambio de actitud en el último tiempo. Desde que desistió en buscar la presidencia, comenzó a trabajar por el triunfo del Frente para la Victoria (FpV). Primero en la lista de diputados provinciales, inició la cruzada para que la fórmula nacional (Scioli-Zannini) y por la Gobernación (Gustavo Bordet-Adán Bahl) pasaran al frente con una alta performance electoral luego de un magro resultado en agosto.
Pero, como es sabido, sus palabras no siempre estuvieron cargadas de elogios. “Scioli definió a qué espacio pertenece, el espacio donde se blindan a determinados políticos”, advertía Urribarri después del encuentro (allí estuvo Scioli) en el espacio del Grupo Clarín en Mar del Plata, donde agregó: "Soy un hombre de diálogo y respeto las opiniones de todos los que piensan distinto, pero soy transparente y no puedo abrazarme ni estar a las risas con que se burlan e intentan dañar a un gobierno porque toca intereses de una minoría que ellos defienden".
Como describió Letra P, en un borrón y cuenta nueva, el ex motonauta viajó en diferentes oportunidades a su provincia (fue la primera que visitó como presidenciable) para dejar las primeras señales de acuerdo para diciembre.
“Pato, Argentina necesita de tu experiencia”, dijo Scioli, exultante, en el corsódromo de Gualeguaychú en uno de los actos más importantes que encabezó por el interior del país, algo que deberá enfocarse para resolver temas como "las políticas migratorias, la agenda de los ferrocarriles, que es clave también para dar alternativas al transporte urbano y de cargas".