La foto, en el aniversario de General Roca, de los pesos pesados del justicialismo rionegrino marca el panorama político de la provincia. Es que la natural candidatura de Miguel Ángel Pichetto no hace cambiar de opinión a Martín Soria, quien está decidido a jugar la interna del oficialismo e ir a disputarle al experimentado dirigente el sillón de Viedma.
Ante eso, con la sapiencia de que es una carta fuerte del FPV, los armadores del Senador trabajan en los distritos más importantes para que la disputa, a la que consideran “positiva”, no debilite el entorno justicialista que poco a poco obtiene pequeños logros que exponen más al actual gobernador, Alberto Weretilneck.
Como explicara este portal, Pichetto quiere persuadir a Soria para que apoye el modelo 2015 y así ser el sucesor dentro de cuatro años, algo que no convence al mandatario del Alto Valle. “Queremos un Gobernador peronista, por eso tenemos la idea de hacer una lista que aglomere a todos”, le dijo a Letra P uno de los dirigentes que trabaja junto al titular del bloque K.
El plan concreto es darle vuelo a la candidatura provincial sin palos en la rueda, con solidez y fuerza de todos los sectores internos. “Es una tontería pelearse antes, por eso vamos por la unidad del movimiento en Río Negro”, insisten desde la conducción partidaria.
Por estas horas el desafío es no exponer fisuras que marquen retrocesos en la disputa con el sector de Weretilneck, quien todavía asimila el mal trago de la Legislatura (a pesar de implantar al Vice) por no extender el contrato con Petrobras.
Acuerdo nacional
Weretilneck, acorralado en su provincia, habló de cómo tuvo que negociar un convenio de refinanciación de la deuda con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Según anunció, en diálogo con LU19, el mismo se concretará en lo próximos días.
“En los próximos días vamos a tener todo lisro”, explicó el mandatario, que en la previa planteó la idea de que el contrato petrolero “es menos beneficioso para la provincia”.