Cada sesión caída en la Legislatura provincial expuso los tironeos entre el oficialismo bonaerense y los referentes massistas en la Cámara alta, que no titubearon en denunciar pactos oscuros para que la Policía Local salga a través del poder legislativo.
A pesar de eso, el intendente de Tigre, Julio Zamora, confirmó la adhesión a la fuerza ideada por Alejandro Granados y Daniel Scioli. Paradoja del destino, el mandatario debió reconocer que para seguir en la vanguardia de seguridad, es necesario tener una fuerza propia.
“No quiere decir que estemos de acuerdo con esta propuesta que es solo una ampliación de la Policía Bonaerense”, reconoció Zamora, para no quedar mal con su referente político: Sergio Massa.
Fastidioso por la aplicación, que le da cierta participación a los Intendentes, no dudó en plantear que las responsabilidades no las tendrá él si ocurren hechos que opaquen a la policía municipal de su distrito.
“El decreto del gobernador establece cierta participación de los intendentes pero es casi una expresión de deseo, y aquellos que seamos oposición seguramente no tendremos participación en la elección de autoridades y en el diseño de un plan de seguridad ciudadana”, advirtió.
Por último, volvió a desligarse de las responsabilidades, casi en forma similar a lo que el bloque del Frente Renovador hizo en La Plata.
“Lo que deben tener claro los vecinos es que cuando haya problemas de inconvenientes de corrupción de la policía local, o de inseguridad, va a ser pura y exclusiva responsabilidad del Ministro de Seguridad, el Jefe de la Policía Bonaerense y el Gobernador. Los intendentes no tenemos injerencia ni responsabilidad sobre las tareas que realicen las policías comunales”.