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Se reactiva la discusión por la ley de centros culturales en la Ciudad

Letra P.- Los espacios culturales buscan estar contemplados en el Código de Habilitaciones para evitar clausuras constantes. El kirchnerismo y UNEN presentaron sus iniciativas pero hace casi una década que los centros se organizaron y trabajaron un proyecto por su cuenta.

La problemática de los centros culturales en la Ciudad de Buenos Aires quedó expuesta hace unos días cuando cerca de 3500 personas se movilizaron a la Jefatura de Gobierno porteña para repudiar el cierre de cerca de 25 centros culturales durante el último mes pero su reclamo data de casi diez años.

 

Sin embargo, el kirchnerismo porteño y el frente UNEN han presentado iniciativas propias para “colaborar” con la causa de estos espacios, pero los expedientes trabajados hasta el momento son una copia fiel de la iniciativa original que elaboraron hace tiempo una serie de centros culturales que se agruparon para destrabar el conflicto por su cuenta.

 

Actualmente, los centros culturales no tienen una figura propia que los contemple dentro del Código de Habilitaciones de la Ciudad y esa es la razón por la que sin sistemáticamente son clausurados por la Agencia Gubernamental de Control (AGC) que anula la habilitación provisoria que poseen.

 

Estos espacios pelean por crear la figura de “Centros Culturales” en el Código, algo por lo que trabajan desde hace siete años de manera aislada y diez de manera agrupada gracias a la constitución del Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos (MECA), un espacio “apartidario” que nuclea a la inmensa mayoría de los centros. Aproximadamente, en la Capital Federal existen 200 centros culturales y alrededor de un tercio de ellos integran MECA.

 

En estos espacios de difusión cultural se llevan a cabo actividades de distintas disciplinas artísticas, se dictan talleres y cursos, se realizan obras teatrales y se montan medios de comunicación alternativos, entre varias otras actividades que se desarrollan con total normalidad hasta que los inspectores de la AGC firman el acta de clausura que luego es levantada mediante un pago que permite que el centro cultural vuelva a funcionar.

 

Hace más de diez años existía un decreto que otorgaba a los centros culturales porteños una habilitación transitoria pero fue derogado por el Gobierno de Mauricio Macri luego de la tragedia de Cromagnon.

 

Así las cosas, hoy las Peñas y las Milongas tienen una figura legal que las contempla en el Código de Habilitaciones pero no lo centros culturales, por eso sus representantes en MECA trabajaron en conjunto para elaborar un proyecto de ley que avale su existencia.

 

El primer legislador que recogió el guante fue Pablo Ferreyra. Junto con su compañero y dirigente de Seamos Libres Jonathan Thea comenzaron a profundizar el vínculo entre los distintos centros culturales para avanzar con una normativa que regule a los centros culturales porteños.

 

Seamos Libres es una agrupación aliada al kirchnerismo que hace años viene trabajando con el horizonte puesto en terminar con la “ilegalidad” de los centros culturales, incluso antes de contar con un legislador porteño, ya que Ferreyra asumió su mandato el 10 de diciembre de 2013 y MECA existe desde 2010. La agrupación de Thea y Ferreyra posee ocho centros culturales en territorio porteño, todos agrupados en MECA.

 

En paralelo a este trabajo previo, legisladores de UNEN y del Frente para la Victoria, a raíz del cierre del cierre de numerosos centros culturales a principio de mes, se mostraron preocupados por la situación de estos espacios sociales y prometieron presentar iniciativas para revertir esa situación.

 

Tal como sucedió en otras oportunidades, el bloque kirchnerista de la Legislatura porteña, liderado por Gabriela Alegre, intentó adueñarse del proyecto trabajado por los centros culturales desde hace años.

 

Concretamente, el objetivo del Frente para la Victoria sería “patear para adelante” la presentación de la iniciativa para realizar las modificaciones que entienda pertinentes y así capitalizaría el tema y quedaría como el único partido político que logró normalizar la situación de los centros culturales en la Ciudad de Buenos Aires.

 

Como prueba de esto, este lunes 25 de agosto el kirchnerismo organizó en la Legislatura porteña una jornada de debate sobre la situación de los espacios culturales pero sólo invitó a los centros culturales de Unidos y Organizados, como “El Sueñero” de La Boca.

 

Participaron de ese encuentro las legisladoras del FpV Lorena Pokoik, Gabriela Alegre y Paula Penacca y la diputada nacional Liliana Mazzure. A pesar de tener ya un proyecto redactado y listo para presentar, el resto de los centros culturales agrupados en MECA y el bloque aliado Seamos Libres, quedaron marginados del evento.

 

Se esperaba que el interbloque kirchnerista llamara a una conferencia de prensa este viernes para anunciar la iniciativa pero debido a que varios legisladores se adjudican y pelean por la autoría del proyecto, la presentación se retrasaría. Por otra parte, como se indicó, el kirchnerismo estaría buscando “aguantar” la iniciativa para sumar mayor rédito propio en el ámbito de los centros culturales porteños.

 

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