El Gobierno volvió sobre sus pasos y liberó 700 toneladas de carne para ser exportadas hacia la Unión Europea, a contramano de lo anunciado en las últimas horas por Ariel Langer. El subsecretario de Comercio Exterior había comunicado que se restringirían los ROE – permisos de exportación – por un lapso de 15 días, para garantizar el abastecimiento interno de carne y frenar un aumento de precios. La medida, tomada por Axel Kicillof y Augusto Costa, había sido comunicada justo mientras los ministros de Industria, Débora Giorgi, y de Agricultura, Carlos Casamiquela, negociaban la entrada en el mercado ruso, uno de los más importantes del mundo, dejando las conversaciones en un punto muerto.
Mucho desconcierto pareciera reinar a la hora de interpretar las verdaderas razones de la suspensión en la entrega de ROEs para la exportación de carne por 15 días, con el supuesto objetivo de bajar los precios de góndola al consumidor. Así, mientras algunos funcionarios denuncian por lo bajo un pacto entre la Secretaría de Comercio Interior y los grandes exportadores -que tendrían un colchón de permisos suficiente para seguir exportando- con el objetivo de crear pánico y llevar los precios a la baja, el mandamás de la Cámara de la Industria de la Carne, Miguel Schiariti, aseguró que de este modo “los precios no van a bajar”. La medida quedaría así transformada más en fuegos de artificio que en una acción destinada a obtener resultados concretos. De hecho ayer, viernes, la única categoría que aumentó fue la de novillos de exportación.
En medio de estas marchas y contramarchas, la Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Agricultura parecieran estar trabajando en otra sintonía, acercando posiciones con mercados internacionales. Es que actualmente la carne argentina es muy pretendida por países como Rusia o la Unión Europea y el ministro de Agricultura es consciente de eso. Luego de homologar la cuota 481 de exportación de cortes provenientes de animales de feed-lot, Casamiquela volvió de Rusia con un memorando para aumentar en un 50 o 100 por ciento el suministro de carne argentina, según informa la agencia rusa RIA Novosti en su sitio web. Tras una reunión de trabajo con Jorge Capitanich, ese sector del Gobierno se puso de acuerdo con los frigoríficos exportadores y el sindicato de la carne para diseñar instrumentos de fomento a la exportación de carne. Lo que se dice, una verdadera falta de coordinación.