En plena negociación para el 2015, la realidad política de Mariano West es cada vez más oscura. Desde que los aliados de La Cámpora se alejaron, las especulaciones sobre el apoyo real del oficialismo más duro al histórico dirigente aumentaron.
La decisión anunciada por el concejal Walter Festa dejó expuestas las debilidades del Intendente, que no dudó en respaldarse en el sciolismo ante la presión del Peronismo Kirchnerista (PK), espacio ligado al todoterreno José Ottavis.
“Ya no tenemos nada que ver con la gestión. En estos días vamos a renunciar al bloque del oficialismo. Seguro haremos un bloque nuevo, pero no vamos a dejar de pertenecer al proyecto Nacional y Popular”, le dijo Festa a Letra P. Cada decisión del camporista es un ejemplo de la turbulencia en el Frente Para la Victoria (FPV) del popular distrito en el Oeste del Conurbano.
Pero la presión de los sectores que agrupan a la militancia juvenil provocó la reacción de los que continúan en la senda marcada por West, quien maneja el Municipio desde 1995 a pesar de haber sido funcionario provincial y Diputado nacional, aunque eso no condicionó en nada a los ahora rivales internos.
“Sólo hay que observar los distritos cercanos para darse cuenta lo poco que se avanzó. Acá tuvimos un Intendente y Diputado cerca del Gobernador y los Presidentes pero los barrios están absolutamente abandonados. Levantar esta situación va a ser complicado”, insistió el concejal, que por estas horas define cómo será el nombre al espacio que representará con Giselle González, su ladera en el poder Legislativo local.
20 años de gestión
“El Intendente cree que está gobernando como en los 90. Son 20 años, es demasiado. Las personas que dicen ser kirchneristas en el distrito, no votarán más a Mariano West”. La frase del edil, que responde a la línea de Ottavis, marca la disputa que asfixia al Jefe comunal. “No hay retorno. Vamos por la intendencia en 2015, estamos construyendo un proyecto político por eso seguiremos haciendo mucho por lo que buscamos”.
Sobre los dichos de un ex compañero de gestión, y actual presidente del Concejo Deliberante, José Luis Barreiro, quien salió con los tapones de punta cuando la ruptura se oficializó, desmintió cada una de las afirmaciones que apuntaron su decisión de alejarse. “Ellos dicen que West me dio todo, pero yo milité cuando había que defender el proyecto. Me gustaría saber cuántos años más quieren estar, porque el problema son ellos”.