El discurso de los intendentes opositores demuestra un giro sustancial. A pesar de que el Frente Renovador buscó exponer “diferencias” con el proyecto de Alejandro Granados, lentamente comenzaron a llamar con la cartera de Seguridad para comunicar que quieren la fuerza en sus distritos.
Como explicara este porta, otro de los jefes comunales renovadores que ya le dio vía libre al nuevo proyecto, aunque todavía no oficializó su adhesión, fue el mandamás de Hurlingham, Luis Acuña, quien trabaja en nuevos edificios para los Comandos de Patrullas Comunitarias, los que el ministro Alejandro Granados impulsó para darle más responsabilidad a los intendentes.
En la misma sintonía, Gustavo Posse reconoció que se sumará a la lista de dirigentes políticos del Conurbano a favor de la fuerza local, como lo hicieron varios kirchneristas de paladar negro y mandatarios que juegan a favor del Gobernador.
“Vamos a firmar estos convenios que propone (Daniel) Scioli, pero vamos a pedir que delante del policía corrupto, delante de la tragedia, él aparezca acompañando a los intendentes y haciendo las correcciones del caso”, reconoció el jefe comunal de San Isidro, quien apeló a la razón para trabajar en la idea que impulsó Granados.
Pero las críticas no tardaron en llegar. Sin perder la costumbre, dijo que “eso no es policía comunal” porque no se aprobó en la Legislatura bonaerense, como todo el massismo esperaba. “Es un decreto que en realidad le pone policía local a reparticiones de la Policía de la Provincia”.
Al recuerdo de que todo es “cosmética a poco tiempo de las elecciones”, habló de las responsabilidades de la administración central en un proceso de transición importante para la historia política de los distritos más importantes, con más de 70 mil habitantes.
“Firmamos pero esto no lo releva de su responsabilidad”, insistió Posse. Lo que el mandamás sanisidrense planteó anticipa la jugada del grupo (de intendentes) que responde a Sergio Massa y que desde hace tiempo exponen críticas a cada decisión de la Provincia.