La situación en Florencio Varela en materia de energía es compleja por donde se la analice. A pesar de que apaciguó el conflicto con las organizaciones sociales más importantes de la región, Julio Pereyra debe afrontar el constante reclamo de los vecinos que, como en otras oportunidades, soportan las falencias de la empresa prestadora de energía.
Es que el recuerdo del caluroso diciembre de 2013 se hizo realidad. Hace pocos días, 38 barrios sufrieron la falta de energía y enseguida una catarata de reclamos llegó hasta los despachos del Municipio, que debió reunir a todo el gabinete para que la situación no empeore.
Junto a la secretaria de Gobierno, Romina Pérez, y al de Obras y Servicios Públicos, Diego Trejo, comenzó a mover las fichas para que los problemas no se acrecienten. Según anunciaron desde el distrito de la Tercera, fueron 96 gestiones las que se solicitaron intervenir a técnicos de la empresa la semana pasada.
El mayor drama se gestó –aquellos días– en las horas de la noche, pero lo que enfureció a los vecinos fue la falta de respuestas de EDESUR. Por eso, ante la constante negativa, se comenzaron a evaluar acciones directas que involucra al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE).
Las acciones legales comenzaron a ser una de las alternativas para Pereyra, que a pesar de eso no dudó en mostrarles a los habitantes que desde la comuna se hacen muchas cosas para mejorar la situación.
El accionar para resolver los inconvenientes, por los problemas que tiene a causa de una empresa cuestionada en cada lugar que está presente, el mandatario decidió tomar las riendas al exigir “un servicio de calidad”.
Siempre atento, a pesar de las críticas, le dio instrucciones a sus allegados para intimar a la empresa para “la apertura de una base de operaciones con sede en Florencio Varela”. Según advierten las autoridades del Municipio, todo se debe a las “complicaciones y demoras” en el envío de cuadrillas desde Quilmes para la resolución de problemas en el distrito.
Para no perder tiempo, volvió a comunicarse con las autoridades del ENRE, bajo la premisa de darle otro marco al rechazo de la prestataria y dar notoriedad de los reclamos de la comunidad, que utilizan las vías de la gestión para mostrar los problemas.
Así trabaja el caudillo del PJ bonaerense, quien decidió jugarse a fondo ante los problemas del municipio que dio gestos de rechazo en las últimas elecciones. Para no tener más sorpresas, comenzó a jugar fuerte para seguir en el cargo, a pesar de los múltiples inconvenientes en su territorio.