Muy abocado a su tarea de controlar la recaudación tributaria y perseguir deudores del fisco, a Ricardo Echegaray se le olvidó pagar sus propias cuentas. Paradojas de la vida, el titular de la AFIP se atrasó en más de tres cuotas en el Club de Regatas La Marina, en Tigre, y lo dieron de baja, como a un socio más.
El jefe de los recaudadores del Estado es socio del club desde el año 2004 y concurre allí regularmente para practicar remo. Además, los sábados suele acompañar a uno de sus hijos, que forma parte de la Preselección nacional. Usando las clásicas calzas, y tratando de pasar desapercibido, con gorrita y anteojos de sol, Echegaray –que además es vecino de la zona, ya que tiene una casa en el barrio Nordelta– aprovecha los días soleados para hacer algo de deporte.
Para formar parte del club, que se sostiene exclusivamente con el aporte de los socios, se debe pagar una cuota mensual de 500 pesos. Con ese dinero, la institución logra pagar cuentas y mantener los botes. Pero hace más o menos un año, el jefe de la AFIP dejó de abonar su cuota. Por política de la institución, teniendo tres meses impagos, el socio es dado de baja. Por eso, La Marina decidió desafectarlo, como a cualquier hijo de vecino.
Hace pocos meses, aprovechando que el hijo comparte con su padre la pasión por los remos, el jefe de la AFIP decidió volver al deporte y reincorporarse a la tradicional institución. Pero para eso, tuvo que ponerse al día con las cuotas y pagar una multa. Sin chistar, Echegaray sacó la billetera y abonó lo adeudado.
El club al que concurre el jefe de la AFIP fue fundado hace 130 años y su sede, ubicada a orillas del río Luján, fue inaugurada en 1927 por el entonces presidente Marcelo T. de Alvear y es uno de los edificios más pintorescos del Tigre.