Los días de febrero son más que turbulentos para Alejandro Granados. Luego de la protesta policial que generó incertidumbre en varios puntos del país, y que se recrudeció en la provincia de Buenos Aires, el ex intendente de Ezeiza tomó la decisión de cambiar el jefe de Infantería, cuerpo que encabezó la protesta de los efectivos en La Plata.
Según pudo averiguar Letra P, la salida de Carlos Andrada tiene relación directa con los hechos de diciembre, donde se expuso el descontento policial en relación a los sueldos, que terminaron aumentándose por un decreto del gobernador Daniel Scioli.
Como trascendió en diferentes medios, Granados designó en su reemplazo a Roberto Vargas, que trabajó hasta hace unos días como subdirector de Infantería. “Fue algo operativo. Este tiempo hubo muchos ascensos y cambios”, le dijo a este portal una fuente de la cartera bonaerense.
La justificación no disipa el recuerdo que existe sobre el ahora ex jefe, quien llegó después de los violentos incidentes con los militantes de la agrupación ultra kirchnerista La Cámpora, durante la asunción del segundo mandato de Scioli.
Los fuertes movimientos internos se encuadran en la negociación que realiza el Ministro con varios intendentes de la Provincia para que se apruebe el proyecto de la Policía Municipal, una fuerza esperada en varios distritos, pero que genera incertidumbre en los que tienen menos recursos.