Lo sólidos vínculos entre UPCN y la provincia de Buenos Aires se expusieron, una vez más, en la fiesta de fin de año que organizó el sindicato que encabeza el polémico Carlos Quintana, quien no paró de sonreír con cada palabra elogiosa de Daniel Scioli.
Cada mensaje fue un gesto a favor de Quintana, quien enseguida que se envió una propuesta fue el primero, a pesar de los reclamos, en aceptar el ofrecimiento del ejecutivo. Por eso, en continuidad a lo que fue un súper sábado que comenzó en Chubut, siguió por la costa atlántica y terminó en La Plata, el Gobernador no dudó en demostrar agradecimiento.
Vinculo y responsabilidad social fueron las palabras elegidas por Scioli a la hora de definir a UPCN, elogiando la capacidad de “consensuar con el gobierno las mejores decisiones”.
Luego, fue más allá y recordó una frase que caracteriza al peronismo. “Unidad entre los trabajadores, los empresarios y el Estado para poder seguir proyectando a nuestra Provincia y al país hacía un futuro de gran prosperidad”.
“Los trabajadores son quienes día a día llevan adelante las distintas áreas de nuestra administración pública de la provincia de Buenos Aires”, admitió el ex motonauta, en plena celebración de la propuesta que consistió en una mejora “cualitativa consistente en incrementos en salario básico y una reubicación excepcional” de los trabajadores.
Notablemente agradecido, Quintana, quien supo desempeñarse como diputado provincial, y se muestra en cada congreso del Partido Justicialista (PJ) como un funcionario más, se dejó llevar por la emoción junto al intendente Pablo Bruera y no dudó en llenar de elogios al ex motonauta.
“Tuvimos la suerte de tener un Gobernador que nos escucha y nos atiende, que nos permite discutir sanamente”, sostuvo el dirigente, que terminó sus palabras con saludos a los presentes, celebrando la negociación que tendrán los empleados municipales. “Es un logro de este gobierno y una puesta en valor del trabajador municipal”, concluyó.
El encuentro, en el que participaron el jefe de gabinete, Alberto Pérez, y el ministro de Desarrollo Social, Eduardo Aparicio, fue una muestra más de la sintonía que tantas críticas provocaron en los tiempos que la Provincia atravesaba momentos delicados con los sindicatos que supieron poner en aprietos a toda la Ola Naranja.