En las calles del partido de Villa Gesell no se habla de otra cosa. La inseguridad es el tema dominante en las conversaciones de vecinos históricos, comerciantes, operadores turísticos, propietarios, y de aquellos que decidieron invertir en terrenos buscando la paz cerca del mar.
La asamblea de vecinos de Mar de las Pampas, Las Gaviotas y Mar Azul intimó este mes al intendente Jorge Rodríguez Erneta, a que informe sobre los datos del delito en la zona, y lo acusa de haber propiciado la instalación de asentamientos, a cambio de votos. También denuncia el “elevado umbral de violencia” que conllevan los hechos de inseguridad.
“Nos dirigimos a usted motivados por el asombroso y preocupante incremento de los delitos ocurridos (…) y en razón del elevado umbral de violencia que conllevan los delitos desde hace tiempo. En los últimos meses, con un fuerte recrudecimiento, innumerables hechos remiten a torturas, malos tratos, privación de la libertad, toma de rehenes, robos a mano armada, amenazas telefónicas, robos de autos”, entre otras cosas, enumera la carta que los vecinos enviaron al intendente Erneta este mes.
El texto de la asamblea se encargó de remarcar que “esto tiene un efecto devastador en la economía local, porque este es un lugar que tiene por principal y casi única actividad el turismo, que genera el 100 por ciento de los puestos de trabajo y de la riqueza local”.
Aunque el municipio, gobernado por un kirchnerista, viene recibiendo obras, favores y millones de la Casa Rosada – la última gran inversión, que está en marcha, es la conexión de la red de gas a todas las localidades del partido – en cada rincón de Villa Gesell hay algún relato sobre un desafortunado hecho de inseguridad, sumado a la convicción de algunos vecinos de que situación se agravó cuando la intendencia propició el asentamiento de villas en la zona.
“Trajeron gente del conurbano y de las villas de la provincia y acá no hay trabajo para todos. Erneta compró los votos. Ahora no los puede parar”, dice la empleada de un hotel de Mar Azul que pide reserva de su identidad por miedo a las represalias.
“A la tardecita, cuando baja el sol, ya no se puede anda por la calle, está muy peligroso”, cuenta un vecino. Los comerciantes se lamentan de la misma manera. Los que decidieron invertir en la zona desesperan al enumerar los sucesivos robos que sufren en sus viviendas a lo largo del año. Según relatan, la modalidad ya no se limita a los clásicos robos de casas desocupadas fuera de temporada, sino que cada vez es más violenta. “Algunos propietarios alquilan su casa durante el año, cuando antes no lo hacían, sólo para que alguien se las cuide. Muchos tienen miedo de llegar un día y encontrar la casa tomada, como ya les ha pasado a muchos vecinos”, relata una joven gesellina.

El texto firmado por la asamblea de vecinos le exige a Erneta que “bajo apercibimiento de ley, en un plazo perentorio” (de 15 días), informe “si existe diseño, planificación y/o estrategia o cualquier otra acción o medida tendiente a investigar los delitos” ocurridos en la zona, y “si a la fecha cuenta con datos estadísticos mapa del delito”. De no obtenerse respuestas, continúa, “la asamblea se considera en derecho de apelar a instancias superiores legales o administrativas, a fin de iniciar las acciones pertinentes que coadyuven a resolver el reclamo social”.
El reclamo fue también elevado al Concejo Deliberante – a los presidentes de bloque de todos los partidos políticos – el Ministerio de Seguridad provincial, la policía distrital, y las autoridades judiciales pertinentes. Al final de la carta, los vecinos advierten que la inacción del municipio ya derivó en varios casos de “justicia por mano propia”.
Gabriela Pepe
@Gabyspepe